El detenido Jordi Ros es uno de los principales testimonios de la Operación Judas contra los CDR. Junto a Ferran Jolis, fue quien declaró tanto ante la Guardia Civil como ante la Audiencia Nacional, siempre asistido por una abogada de oficio por decisión propia. También es a él a quien se le encontraron las sustancias "precursoras" de explosivos, además de una pistola. Ros, que se compara con los creadores de la bomba atómica, decía estar simplemente "experimentando". Una vez detenido, delató a sus "ayudantes" del "laboratorio" de termita. En ningún caso, declaró, no quería causar daños a personas.
En la declaración ante el juez de la Audiencia Nacional el 26 de septiembre, que consta en el sumario al que ha tenido acceso ElNacional.cat, Jordi Ros arrancó asegurando estar "muy arrepentido" y diciendo que era "humano" y por lo tanto cometía errores. "Pido disculpas a los agentes que han hecho horas extras por mi culpa, por mi error", manifestaba el miembro de los CDR, que tildaba de "exquisito" el trato de la Guardia Civil.
Ante el juez Manuel García Castellón, desde el primer momento, Jordi Ros lo vende como "un reto personal". Explica que es "autodidacta y leído" y, ya en el quinto minuto de declaración, se permite una comparación: "Es como el proyecto Manhattan de la bomba atómica. Trabajaban miles de científicos, pero sólo una persona sabía en qué se trabajaba realmente. Era un reto para mí". La declaración dura casi una hora.
De hecho, según el informe de la Guardia Civil, fue él quien compró, de forma directa y también a través de terceros, la mayoría de sustancias con las que "experimentaba". Las alarmas saltaron el 16 y 17 de mayo de este año, cuando intentó contactar con varios individuos para saber como adquirir "200 kilos de parafina". También compró otros componentes químicos. Algunas empresas le dieron respuesta negativa.
Según este informe de la Guardia Civil, basado en la intervención telefónica y el seguimiento físico del investigado por parte del cuerpo policial, Jordi Ros se interesó por 20 cojinetes tamaño "canica", virutas de hierro, jabón líquido "+B.O", 25 litros de ácido nítrico, 25 litros de ácido sulfúrico, una báscula de precisión, un aparato de electrolisis, formol, agua oxigenada... Unas sustancias que encontraron en los registros. Ros llegó a utilizar NIFs de empresas de terceros para adquirir productos que no estaban a la venta de particulares.
Delata los otros
Antes de declarar ant la Audiencia Nacional, Jordi Ros fue uno de los dos detenidos que accedió a declarar ante la Guardia Civil a la Comandancia de Tres Cantos (Madrid). Y en su declaración, según el atestado, explicó cuáles eran sus planes y también quien lo estaba ayudando en su proyecto. Ya desde el principio manifestó que creía que los CDR "tenían que realizar otro tipo de acciones", que él ejemplarizaba con "sabotajes de baja intensidad", por los que "utilizaría gasolina".
Preguntado si ha participado en la confección de productos deflagrantes, respondió que sí. Estaba en un proyecto sobre fabricación de termita. "Basándose en el estudio de unos manuales sobre la fabricación de termita, llegó a la conclusión de que era necesario adquirir unos elementos (polvo de aluminio y polvo de óxido de hierro) que, mezclados en cierta proporción daba como resultado la termita", relata el atestado policial. "Para conseguir la proporción adecuada ha tenido que realizar varias pruebas obteniendo resultados desiguales, en la mayoría de las ocasiones insatisfactorio para sus fines", añade.
Jordi Ros explicó que realizó las pruebas en Sant Fost de Campsentelles, en la casa de Alexis Codina, otro de los detenidos, a quienes también implica. Según su testimonio, Ros generaba óxido de hierro mediante la electrolisis y Codina lo obtenía "a través de otros procesos". Señala que normalmente lo hacían de noche, por la necesidad de discreción y evitar incendios fortuitos. Preguntado si hay más personas implicadas en la confección de termita, responde que sí. Y señala a Germinal Tomàs, con quien coincidió en las pruebas.
El miembro del CDR también dijo ser conocedor de otro grupo "que tiene el proyecto más avanzado". Estaba en Vic, donde se desplazó. Identifica a un hombre de unos 30-32 años de pelo castaño y otro de 43-48 años de pelo muy corto y castaño claro. También identifica a Eduardo Garzón, que colabora en el proyecto a pesar de que no en las pruebas, en un papel de "coordinador y dinamizador". Garzón también está encarcelado en Soto del Real.
Aparte de la termita, también explicó que quería intentar hacer nitrocelulosa o "lo más parecido posible", que afirmó que es un explosivo. Sobre la finalidad del explosivo, aseguró que era de distracción de la policía "respecto de otra acción simultánea que sería la principal". Quiso dejar claro que "nunca pretendía ocasionar víctimas mortales utilizando el explosivo". También hizo pruebas en el patio de detrás de la casa de sus padres, sin el conocimiento de estos.
Sobre el material didáctico que utilizó, Jordi Ros aseguró que sobre todo a través de Internet. Preguntado sobre si existía alguna denominación del grupo de estos proyectos, señaló que no como tal, pero que en alguna ocasión se había referido como "colla de diables". También dijo que había inspeccionado una torre eléctrica para posibles acciones, "llegando a la conclusión de que la acción no era viable". Acabó la declaración mostrándose arrepentido por todo.
Le encuentran una pistola
Aparte de las sustancias para sus "pruebas", durante el registro la Guardia Civil también le incautó un arma. En la entrada de uno de los domicilios, se siguió el protocolo habitual. Primero entró el perro de la unidad canina por si había ningún explosivo. Dio negativo. Entonces el investigado fue preguntado si quería decir algo que pudiera haber en la casa, y manifestó que sí, en una habitación. "Entrando por la puerta a mano derecha, la primera puerta a la izquierda, manifiesta que dentro hay una pistola. Se localiza dentro de una bolsa rosa en el lugar señalado por Jordi", relata el atestado policial.
En el interior de la bolsa indicada por Jordi hay una pistola semiautomática marca RECK Commander calibre 8mm, sin número de serie visible, con un cargador instalado sin munición. También una caja amarilla con la inscripción 9mm luger, dentro de la cual se encuentran 48 cartuchos. También hay un cargador de pistola Baretta del calibre 9mm junto con una funda para la pistola y para el cargador. En la bolsa también hay un documento expedido por el Ayuntamiento de Castelló d'Empúries a nombre de Emilio Barbara Guiu para el uso de una carabina 4'5 Gammo.
También le encontraron una hoja de papel blanca con varias anotaciones a mano. En una de las caras se podía leer "esquema bomba". Hay una serie de anotaciones sobre elementos necesarios para confeccionarla. Pone "bombona de camping gas", seguido de un dibujo con una indicación que dice "150m de cable".
"Era un reto personal"
La declaración ante el juez instructor de la Audiencia Nacional, el 26 de septiembre, fue muy confusa. En algunos puntos aseguraba que realmente estaba preparando explosivos y en otros momentos insistió en que se trataba de un "reto personal" para él que le gusta la ciencia. "Puedo afirmar que hoy en día, con un par de tutoriales de Internet, se puede llegar a realizar nitrocelulosa", afirmó Jordi Ros, que se permitió lecciones sobre química: "Todo en química se deriva de la pureza. La termita es casi imposible hacerla sin los materiales adecuados". Según su relato en sede judicial, era "pura investigación".
Llegó a decir que hacía pruebas pero que no tenía intención de hacer nada. Preguntado por qué se tendría que intentar para después descartarlo, justificó: "Porque no se puede o bien por principios morales o bien por falta de infraestructuras, pero me inclino por la moralidad". E insistía: "Quería saber si realmente se puede conseguir hacerlo o no". También negó estar involucrado en los planes para ocupar el Parlament, aunque el pasado 11-S estuvo en el Parque de la Ciutadella. "Por mí no se tendría que hacer", dijo.
Acabó la declaración y el juez Manuel García Castellón le preguntó si tenía nada que añadir. "Sí, estoy 100% arrepentido", respondió Jordi Ros.
Abogado de oficio
En todo momento hasta ahora, Jordi Ros ha sido asistido por una abogada de oficio, y por decisión propia. Durante los registros de sus domicilios en Sabadell, hasta dos veces fue preguntado si quería la presencia de un abogado, y respondió que no, ni particular ni de oficio. Después, para su defensa, optó por un abogado de oficio. Mientras estaba en la Comandancia de Tres Cantos, el abogado particular Carles Perdiguero se interesó en defenderlo, pero nuevamente Ros lo rechazó.