El sumario de la DANA revela que la mayoría de las muertes se produjeron antes de la alerta, que se envió a las 20.11 horas del 29 de octubre de 2024. Este sumario recoge decenas de testimonios de familiares de víctimas y afectados por el temporal prestados ante la Guardia Civil y en el juzgado de instrucción número 3 de Catarroja (Horta Sud), sobre personas que murieron en bajos, ascensores o mientras intentaban rescatar sus vehículos. La DANA en el País Valencià dejó a 224 víctimas mortales y tres personas desaparecidas que ya se pueden dar formalmente por muertas, además de pérdidas materiales millonarias.
Las primeras hojas se empezaron a redactar la mañana después de las inundaciones, el 30 de octubre, para ordenar el levantamiento de cuerpos por parte de los médicos forenses y la formación de piezas separadas respecto de cada uno de los muertos. Sin embargo, la mayoría de testimonios ante la Guardia Civil se producen a partir del 31 de octubre, cuando se localizan los cadáveres de los familiares. El grueso de las denuncias, elaboradas a partir de testimonios de familiares o amigos de los muertos, concretan una hora aproximada de desaparición: entre las 19 y las 20 horas, es decir, antes de que el CECOPI emitiera la alerta.
Diferentes muertos de la DANA
La primera muerte la comunicó a la jueza un trabajador de una funeraria con la cual había contactado una familia de Sedaví (Horta Sud), después de encontrar muerto uno de sus miembros, de 92 años, que vivía solo en un bajo de la calle Senda de les Vaques. La médico que redactó el certificado de defunción, del Hospital Peset de València, se negó a firmarlo para desconocer las causas de la muerte, según consta en el sumario —al cual han tenido acceso este miércoles agencias como Efe y Europa Press—. El cuerpo fue identificado días después por los especialistas de Criminalística de la Guardia Civil gracias a las huellas dactilares, y el 6 de noviembre los forenses concluyeron que su muerte se produjo por asfixia mecánica por sumersión, entre el 29 y el 30 de octubre, en una hora que no se concreta.
En el sumario también está el caso de una mujer que comunica que su marido, de Benetússer (Horta Sud), murió día 29. Narra como hacia las 20 horas oyeron desde casa de la gente suya gritando y, como su marido era policía, bajó al garaje para ayudar. Según la denuncia, su marido ayudó gente hasta que una furgoneta arrastrada por el agua tumbó la puerta del garaje, cuando entró toda el agua de repente. Quedó completamente negado y el hombre no salió. No pudieron acceder hasta el día siguiente, cuando llegó la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Guardia Civil. Había varios muertos, entre los cuales, su marido.
Más y más testimonios
Otra mujer denuncia la muerte de su padre, de 74 años, en Catarroja. Explica que el día de la inundación, su padre bajó al aparcamiento subterráneo del edificio para intentar sacar el coche. Cree que fue hacia las 19.00 horas. Algunos vecinos bajaron y pudieron sacar los vehículos, pero le dijeron a la mujer que su padre se había quedado en la rampa dentro del coche. La UME encontró su cuerpo en el aparcamiento, fuera del coche.
Más testimonios. Una persona denuncia la muerte de su padre a Massanassa (Horta Sud). Indica a la Guardia Civil que el 29 de octubre, hacia las 18.15 horas, sus padres bajaron en el aparcamiento para sacar su vehículo. Una vez dentro, les sorprendió el agua y ya no pudieron salir. Intentaron mantenerse aferrados a una barandilla, pero hubo un momento que el padre sufrió un desvanecimiento y la madre lo aguantó hasta que pudo. Cuando no pudo más, el agua se lo llevó. La madre permaneció en la barandilla hasta que unos vecinos la ayudaron, ocho horas más tarde. El padre fue localizado el día 31 por la Policía Local de Massanassa.
Otra persona también comunica la muerte de su madre en Catarroja. Afirma que a las 19.10 horas aproximadamente llamó al teléfono de la mujer que cuidaba de su madre para decirle que el barranco de Poio se había desbordado y que se estaba inundando la rambla. Minutos más tarde, la cuidadora le envió un vídeo para que viera que ya entraba el agua en la vivienda y, poco después, le llamó para pedir ayuda: la madre se había ahogado y ella también se ahogaría si no encontraba un lugar seguro. Hacia las 5 horas, cuando bajó el nivel del agua a las calles, la declarante fue hacia casa su madre y la encontraron ahogada. Tenía 91 años.
Un testimonio comunica la muerte de su hermano, que conoció por su hermana, con quien convivía la víctima. Se produjo cuando fue a mover el coche al aparcamiento y la hermana ya no supo nada más de él. Otra persona denunció ante la Guardia Civil la muerte de su padre, con quien mantuvo una última comunicación hacia las 19.30 horas, cuando la declarante le llamó para avisarlo de que había inundaciones. Su padre le dijo que solo había cuatro dedos de agua, pero se cortó la comunicación de repente y ya no supo nada más de él. Al día siguiente encontraron su cadáver en la planta baja donde vivía, en Catarroja. Y, así, muchos más testimonios, como el de una persona que comunicó la muerte de su padre y manifestó que hacia las 19.00 horas una vecina le dijo al hombre que bajara al sótano para retirar los vehículos. Una vez dentro, el garaje se empezó a inundar y el padre intentó salir, pero patinó y el agua se lo llevó.