El Gobierno lo tiene todo previsto para exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos el próximo lunes 10 de junio. Antes, sin embargo, se reunirá el Tribunal Supremo (TS) para deliberar sobre la medida cautelar pedida por los descendientes del dictador a fin de que los restos no sean exhumados hasta que se resuelva el fondo del contencioso por el cual están enfrentados con el gobierno de Pedro Sánchez.
La reunión será este martes y, según fuentes del tribunal, los magistrados optarán por no permitir la exhumación, al menos por ahora, hasta resolver el fondo de la cuestión de forma definitiva. El razonamiento que parece imponerse en la Sala Tercera -la encargada del caso- es que primero se tiene que decidir sobre la procedencia del traslado, con el fin de evitar que los restos tengan que hacer un doble viaje en caso de que se acabe denegando su traslado.
Según las fuentes jurídicas, en caso de que el Supremo denegara la cautelar presentada por la familia, esta decisión sería un claro indicio que no habría objeciones con el traslado definitivo. El TS ya denegó una medida cautelar el pasado mes de diciembre, pero entonces no había fijado ninguna fecha para la exhumación. En la situación actual, en cambio, la Sala sabe que ha decidir este martes sobre la petición de la familia, porque de no hacerlo estaría dando por buenos hechos consumados.
El gobierno de Sánchez, preparado
En una rueda de prensa celebrada este viernes, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, consideró "dentro de lo posible" que el Tribunal Supremo acordara medidas cautelares y, por lo tanto, paralizara la exhumación de Franco prevista para el próximo 10 de junio, en el caso del cual el Ejecutivo respetará la decisión del tribunal.