El juez del Tribunal Supremo que investiga el caso Koldo ha decidido este jueves aplicar a José Luis Ábalos las mismas medidas cautelares que le exigía la Fiscalía Anticorrupción. Así, el exministro tendrá prohibido salir del Estado español, se le ha retirado el pasaporte y se le ha fijado la obligación de comparecer en sede judicial cada quince días. Se trata de las mismas medidas que el juez ya ha aplicado a su exasesor, Koldo García, y al conseguidor de la trama corrupta, Víctor de Aldama. Así lo ha decidido Leopoldo Puente después de que el exministro haya comparecido nuevamente ante el Tribunal Supremo por este caso; esta vez no de forma voluntaria, sino directamente como investigado.

Fuentes jurídicas explican a ElNacional.cat que, durante el interrogatorio, el juez ha mostrado especial interés en el patrimonio de Ábalos. El magistrado, de hecho, está a la espera de que la Guardia Civil le entregue un informe sobre este asunto. Concretamente, Puente le ha preguntado sobre las informaciones publicadas en algunos medios de comunicación sobre un chalet en Perú. Y el exministro ha reconocido que él tiene un terreno a su nombre en el país sudamericano por razones circunstanciales: Ábalos había formado parte de una fundación para el desarrollo social y local que no podía registrar aquel terreno en propiedad porque no tenía personalidad jurídica, por lo que se puso a su nombre. Ha explicado que actualmente sobre aquel terreno solo se ha construido un edificio con aulas de aquella fundación, pero que no consta oficialmente porque no se legalizó nunca. Sea como sea, el exministro ha optado por ratificarse en el contenido de su declaración del pasado 12 de diciembre, cuando tenía inmunidad parlamentaria. Ha insistido en que su patrimonio está "limpio" y que solo tiene un piso en València, así como un local bajo.

El juez pone el foco en el patrimonio de Ábalos

A principios de este mes de febrero, en una batería de diligencias, el juez Leopoldo Puente reclamó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que elaborara un informe sobre la "situación económica y patrimonial" de Ábalos y de su hijo, Víctor Ábalos, alguien a quien los socios de Víctor de Aldama vinculan con el caso Koldo. El magistrado pedía al instituto armado un informe que incluya datos de las "cuentas o depósitos bancarios de los que pudieran ser titulares, cotitulares o autorizados", de los "bienes inmuebles o vehículos que se encontraran registrados a nombre de uno u otro" y de su "eventual participación en entidades mercantiles como administradores, socios o partícipes". El juez decidió citar como testigo al hijo de Ábalos, así como a Jéssica Rodríguez (la expareja de Ábalos), Joseba García (hermano de Koldo García) y Carlos Moreno (el jefe de gabinete de María Jesús Montero).

El exministro recurrió este encargo a la UCO argumentando que el juez pedía una "revisión general" de sus actuaciones, no solo adscritas al caso Koldo. Señalaba que las órdenes efectuadas por Leopoldo Puente son, según la jurisprudencia, "fishing expedition". La declaración como investigado de este jueves se ha producido sin que el juez haya resuelto todavía este recurso.

Ábalos niega haber estado con prostitutas pagadas por Aldama

El juez también le ha preguntado por los dos pisos que Víctor de Aldama asegura haber pagado para que Ábalos, Koldo García y el actual ministro Ángel Víctor Torres pasaran la noche con prostitutas. Ha asegurado que no recuerda haber estado en ninguno de estos pisos, y ha aseverado que le parece inverosímil pensar que él estuviera en el barrio madrileño de Salamanca. Por otra parte, el magistrado también le ha preguntado por el chalet ubicado en la calle Oquendo de Madrid, el cual Aldama dice haber alquilado para la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. Ábalos ha asegurado que nunca estuvo allí. El instructor ha querido saber quién se encontraba en el aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020 cuando el avión de Rodríguez aterrizó a pesar de las sanciones europeas para hacerlo.

El ex 'número tres' del PSOE ha confirmado que estuvo en el aeropuerto y que subió al avión, pero no ha explicado con quién, ha asegurado que no lo recuerda. En un momento, la tripulación los obligó a bajar y Rodríguez quiso ir a un hotel, pero le dijeron que no, ha explicado. Ábalos ha afirmado que no sabía que la vicepresidenta venezolana no podía pisar suelo español porque hacía tres semanas que se había reunido con su hermano, Jorge Rodríguez, sin ningún problema.

 

Choque de reproches con el juez

También durante esta comparecencia, Ábalos se ha quejado del grueso de filtraciones que aparecen en la prensa sobre el caso. Pero entonces ha dicho que está agradecido de esta investigación judicial porque, según él, la necesita. "Dice usted que la necesita, pero al mismo tiempo la recurre", le ha soltado el juez. El exministro ha respondido que le molesta que se filtre parte de su intimidad a los medios de comunicación. Y entonces Puente le ha reprochado que, al mismo tiempo, él conceda entrevistas a los medios.

La llegada de Ábalos: en taxi y sin hablar esta vez con los periodistas

Este jueves, Ábalos ha llegado al Tribunal Supremo en taxi, y ha optado por no hacer declaraciones ante los medios de comunicación que lo esperaban desde primera hora de la mañana. Tampoco lo ha hecho a la salida. A las puertas del Tribunal le esperaban un puñado de franquistas que han dicho gritando consignas en favor de la dictadura y le han recriminado su presunta actividad corrupta. Durante la comparecencia del exministro ante el juez Leopoldo Puente, dos furgonetas de Hazte Oír, repletas de montajes fotográficos que comparaban al PSOE con la familia Corleone de El Padrino, han ido circulando ante el Tribunal y tras las cámaras de televisión. Ábalos estaba citado el día 18 de febrero, pero el juez aceptó aplazar la declaración al día 20 porque el abogado del exministro tenía otra cita con otro cliente el día anterior.