Pedro Sánchez saborea este domingo una victoria ajena. No es por|para el pinchazo de la manifestación ultra de Colón, que ha visto nuevamente al PP y Cs arrastrados por la extrema derecha de Vox. La buena nueva ha venido del sur. La expresidenta andaluza Susana Díaz no repetirá como candidata a la Junta, cuando se celebren nuevas elecciones. En las primarias del PSOE-A se ha impuesto el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el alcalde oficialista de La Moncloa i de Ferraz. Lo ha hecho con solvencia, con más del 50% de los votos y no será necesaria una segunda vuelta. Eso sí, a la espera de un congreso, Díaz seguirá siendo secretaria general de la federación andaluza.
Lo ha anunciado el secretario de organización del PSOE-A y mano derecha de Díaz, Juan Cornejo. Con el 93% escrutado, la candidatura de Juan Espadas obtiene el 55,19% de los votos. Y con una participación alta, que llega hasta el 75%. La segunda clasificada es Susana Díaz, con el 38,43%, casi veinte puntos de diferencia. Y en tercer lugar queda Luis Ángel Hierro, con el 5,51% de los sufragios.
Esta semana, desde La Moncloa, ya transmitían en privado la necesidad de pasar página al liderazgo de Susana Díaz, y de forma rápida. De hecho, reprochaban que ya lo tendría que haber hecho, por iniciativa propia, después de perder la Junta de Andalucía, la joya de la corona de los socialistas. Ahora San Telmo está en manos del PP y Ciudadanos, con el apoyo externo de la extrema derecha de Vox.
A pesar de algunas voces discordantes, que emergen también con los indultos a los presos políticos, Pedro Sánchez ha conseguido un control férreo sobre el partido en su segunda etapa. El mismo control que no tuvo en la primera etapa, cuando fue decapitado como secretario general en un movimiento que lideró sobre todo la entonces presidenta andaluza Susana Díaz. Pero Sánchez la ha acabado hundiendo. Primero en las primarias federales del 2017 y ahora en las primarias andaluzas, forzando primarias y promocionando a Juan Espadas.
Las primarias fueron adelantadas, después de la presión de Ferraz, argumentando un posible adelanto electoral del presidente Juanma Moreno siguiendo la estela de Isabel Díaz Ayuso. Hasta 45.374 militantes andaluces estaban llamados en las urnas, para escoger entre Susana Díaz, Juan Espadas o un tercer candidato, Luis Ángel Hierro.
Si Espadas no hubiera conseguido hoy al menos el 50% de los votos, como establecen los estatutos, se habría tenido que enfrentar a una segunda vuelta contra Susana Díaz, que hubiera tenido lugar el domingo que viene. Pero finalmente el desalojo de la lideresa ha sido por la vía rápida.