La expresidenta andaluza y actual senadora, Susana Díaz, ha vulnerado el código ético del PSOE y ha suscrito la escandalosa petición de indulto para el dirigente socialista andaluz José Antonio Griñán. El código ético del PSOE establece que los cargos públicos del partido no pueden ni proponer ni dar apoyo a ninguna medida de gracia para dirigentes que sean condenados por delitos relacionados con la corrupción. En concreto el artículo 8.1 del código ético señala que "los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni dar apoyo al indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves". El código ético del partido está en vigor desde el 2014.
El mismo artículo del código ético añade un segundo punto donde recalca que "los cargos públicos y orgánicos se comprometen a no solicitar su propio indulto si fueran condenados por los mencionados delitos" ligados a la corrupción. En el caso de Griñán, no es él quien solicita su indulto, pero sí su familia, que tiene intención de registrar la solicitud de la medida de gracia cuando se haga público el contenido de la sentencia del Tribunal Supremo, de la que hasta ahora sólo se ha adelantado la decisión. Eso se puede producir en septiembre, según las previsiones.
Griñán está condenado a 6 años de prisión y 15 de inhabilitación por el caso del fraude de los ERE y próximamente tendrá que entrar en la prisión. El fraude de los ERE fue el mayor caso de corrupción institucionalizada que ha tenido España, arraigado en un sistema clientelar de gobierno. La familia de Griñán está impulsando una petición de indulto, que el presidente español, Pedro Sánchez, piensa aprobar, y por eso está recogiendo apoyos. También han dado apoyo al indulto a Griñán, Felipe González, Alfonso Guerra y José Luis Rodríguez Zapatero, pero en este caso no son cargos electos.
La intención de los socialistas de indultar a Griñán a fin de que no entre en la prisión está provocando polémica incluso en el Gobierno, porque Unidas Podemos lo ve con recelo. La medida, si se toma en septiembre, coincide además con un momento en que el gobierno de Pedro Sánchez está muy cuestionado, como muestran prácticamente todas las encuestas, en pleno ascenso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como posible relevo de Sánchez en la Moncloa.
Si el presidente español impulsa finalmente el indulto también podría vulnerar el código ético del PSOE, y la situación tendrá una nueva complicación, con más discusiones.
Griñán, que había sido ministro de Sanidad y de Trabajo en los años noventa y que llegó a ser presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, ha sido condenado por hechos cometidos cuando era consejero de Economía de la Junta, entre los años 2004 y 2009.