Esta mañana se tenía que celebrar el juicio contra el político Íñigo Errejón por una supuesta patada a un hombre que le pidió hacerse una foto juntos en el barrio madrileño de Lavapiés. La titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid ha tomado esta decisión para pedir a la Audiencia Provincial de Madrid si tiene que abstenerse del juicio al haber participado en la investigación previa. Minutos antes, el ministerio fiscal aseguraba que el principio de imparcialidad objetiva estaba siendo vulnerado al ser la jueza que juzga, Margarita Valcarce, la misma que se encargó de dirigir la investigación. Según la fiscal, sus actuaciones fueron "propias de instrucción", más allá de un trámite de notificación, como suele pasar con el resto de delitos leves. Desde la defensa del líder de Más País han apuntado que "quizás el más correcto" y que evitar incidencias sería que Valcarce se abstuviera. Así lo ha decidido ella, para "para que no exista sombra de duda" sobre legalidad del procedimiento.
Errejón se ha tenido que sentar en el banco de este Juzgado por supuestamente haber cometido un delito leve de maltrato, algo que él siempre ha |negado, contra un vecino de 67 años. Este presentó una denuncia ante la policía asegurando que el político le había dado una patada la madrugada del 2 de mayo, justo antes de que se celebraran las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid y en las que el partido de Errejón, Más Madrid, quedó segundo. Según su relato, el señor madrileño pidió al político un seflie, pero él se negó: "a estas horas no trabajo", le habría dicho. Ante su insistencia, acabó dándole una patada en el estómago, motivo por el cual tuvo que ir a un centro de salud. Incluso, ha llegado a decir que la agresión lo obligó a parar el tratamiento de quimioterapia que seguía. Con todo, la supuesta víctima también ha confesado que criticaba a Errejón por internet.
Aunque el político no ha dicho nada durante la vista oral, sí que se ha pronunciado a su llegada a los juzgados. Así, ante la prensa ha asegurado que llegaba con "ganas de poder aclararlo todo", ya que para|por él ha sido un "disparate desagradable". Desde el primer día, Errejón ha negado todas las acusaciones.
Imparcialidad en duda
Este debate sobre la imparcialidad de la jueza ya se ha planteado en otros momentos de la investigación. En el auto en el que se acordó enviar el caso a juicio, la jueza indicó que la defensa del líder de la izquierda española había presentado una queja por el hecho de que la misma magistrada que había dirigido la investigación se hiciera cargo de la vista oral. Ante esta situación, Valcarce preguntó a la Audiencia Provincial si podía juzgar al dirigente o si consideraba que se había visto afectada su imparcialidad. Esta recusación de la magistrada no se admitió porque la defensa de Errejón nunca llegó a presentar una petición formal. Ahora, el órgano judicial tendrá que resolver si la jueza se tiene que abstener y ser sustituida por una otro magistrado.
Durante la fase de instrucción, la magistrada fue la encargada de tomar declaración al denunciante y un testigo, que habrían ratificado lo que dijeron en comisaría. También se dirigió al Congreso para pedir que se acreditara la condición de diputado de Errejón y pidió a la policía científica que hiciera un análisis exhaustivo de las imágenes recogidas por cámaras de seguridad en la calle donde se produjo la supuesta patada.