La periodista Bea Talegón le ha tomado la medida al periodista Manel Manchón este lunes en Estat de Gràcia, de Catalunya Ràdio, a propósito de un artículo de él en Crónica Global, la sucursal catalana de El Español, donde señala a periodistas e intelectuales españoles que "conscientes o de forma tangencial, han acabado apuntalando las tesis del independentismo". Los tilda de "cómplices".
Además de a ella nombra también a Suso de Toro, Ernesto Ekaizer, Ramón Cotarelo, Antón Losada, Elpidio Silva y Jorge Vestrynge, a los que acusa de romper "el consenso sobre la situación en Catalunya", que describe así: "Es el Gobierno catalán quien se ha saltado las leyes, y ha obligado al Ejecutivo de Rajoy a tomar medidas".
En la radio ha suavizado la cosa. Que quiere abrir el debate con "personas que desde fuera de Catalunya se manifiestan sobre el proceso", avisándolos de que "su voluntad de ir contra el PP o el bipartidismo, desde visiones más o menos de izquierda, acaba favoreciendo al independentismo". Para Manchón, estos nombres "se encuentran [en Catalunya] sin ningún tipo de corsé para decir cosas como que España no es una democracia, que estamos en pleno franquismo... y a mí me parecía necesario explicarlo".
Talegón no estaba para bailes y le ha preguntado si era una pieza informativa, como le parecía a ella, o una de opinión.
—Es una pieza informativa interpretada —ha dicho él, antes de hacerse un lío tratando de repetir otra vez "la idea" de su artículo.
Talegón no ha aflojado y le ha repreguntado por qué, como mandan los cánones del periodismo, no había llamado a alguno de los que señala "para saber por qué sus voces, ahora mismo, no se oyen en los medios españoles". Manchón no ha respondido.
Ella se lo ha explicado así: a los mencionados les han cortado de colaborar en medios donde trabajaban "hasta que el tema catalán salga de la agenda". Y ha remachado: "Así es como se genera uniformidad en el mensaje". Para la periodista madrileña, lo que Manchón describe como "consenso sobre Catalunya" es "censura".
—Si es así, estoy en contra —ha dicho él.
—Bien, se lo estoy confirmando. Si usted quiere hacer periodismo de información le invito a que lo investigue. Nos han echado precisamente por eso que usted dice, para dar la impresión de que todos los tertulianos y columnistas de España tienen una visión uniforme de la cuestión —ha explicado ella.
—Eso sería otra pieza...
—Pues le invito a que la escriba. Pero lo que usted dice no es cierto. No es cierto que los medios sean unánimes sino que, forzadamente, a través de la censura, no permiten que voces como la mía, la de Ramón Cotarelo, la de Suso [de Toro] [...] podamos ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión y al mismo tiempo nuestro trabajo como periodistas.
Talegón, que colabora semanalmente en El Nacional, ha añadido que en los medios catalanes "nunca nos han dicho qué tenemos que decir, como sí nos ha pasado en medios españoles. Y eso usted no lo dice".
—No... Eso es otra pieza a la que usted me invita y me parece muy interesante hacer.
Ella le ha vuelto a llevar a otro callejón sin salida.
—Me gustaría saber por qué usted considera que yo apuntalo el independentismo. Porque [siempre] he dicho claramente que no soy independentista sino defensora de la libertad de expresión.
Manchón se ha salido por la tangente.
—La exageración es lo que es criticable. [...] Si entre todos ayudamos a moderar más y a aclarar el problema que tenemos en Catalunya saldremos todos beneficiados. Si lo que hacemos es exagerar de forma continúa nos hacemos un flaco favor entre todos.
Lo que indigna al periodista de Crónica Global es que haya medios catalanes que "dejan que digan lo que quieran dos personas como Cotarelo o Suso de Toro, que vienen de la izquierda y que al soberanismo le van muy bien para decir que España no vale nada".
Roger de Gràcia, el conductor del programa, le ha dicho que esta variedad no se podía encontrar en TVE, por ejemplo.
—Mira lo que te voy a decir —ha replicado Manchón. Si por ejemplo ahora en TVE, en los debates, tú dices que pones una voz catalana que esté a favor de este proceso y acaban llamando a alguien que dice que tenemos que ir por las bravas, que es una cuestión absolutamente democrática porque España no es democrática... tampoco me gustará demasiado ¿sabes?
—¿Por qué no? —ha preguntado Roger de Gràcia. Si en TV3 se invita alguien que dice que la policía [el 1-O] actuó proporcionalmente y se le da voz. Es lo mismo pero al revés.
—Lo que tenemos que criticar es que se busquen los extremos. Porque si buscamos los extremos no encontraremos soluciones —ha afirmado defendiéndose Manchón.
Talegón ha vuelto al debate para explicar a Manchón qué piensa ella. "Las frases [de los "cómplices"] que se citan en el artículo [...] ponen el foco en considerar que la sociedad catalana tiene más cultura democrática, una cultura más cívica y más implicada en defensa de la soberanía del pueblo. En España, sin embargo, no se entiende qué pasa precisamente porque, por una parte, la sociedad española, por desgracia, no tiene la misma cultura democrática. [...]. No decimos que vivimos bajo el franquismo. Decimos que vivimos bajo el régimen del 78 [...] Usted considera que España es una democracia. Yo no".
—Eso no es opinable —ha saltado él.
—Por supuesto que lo es, caballero —ha afirmado repolicando ella. Sabe qué pasa, caballero, que yo también soy economista, he estudiado en la London School of Economics y en la Universidad de Pekín, y sé que hay varias formas de entender los criterios que definen una democracia. [...] En una sociedad donde crece la desigualdad social, donde hay una corrupción que impregna absolutamente todo [...], donde [...] la misma justicia no es independiente, donde el Gobierno tiene la poca vergüenza de llamar por teléfono al [Tribunal] Constitucional para pedirle cuándo y cómo tiene que hacer las cuestiones, cuando tenemos presos políticos (...), cuando los medios de comunicación, como han juzgado organismos internacionales, son de los menos fiables de Europa, cuando la justicia es la menos independiente de toda la UE... [donde] el jefe del Estado ni siquiera es elegido por el pueblo al que dice representar... Perdóneme que le diga que para mí una democracia es otra cosa. Una democracia se parece más a lo que reclaman los más de dos millones de ciudadanos de Catalunya que a lo que reclaman los 40 millones que están aquí [en España], intoxicados y mediatizados por medios como el suyo".
Roger de Gràcia ha terminado preguntando a Manchón por qué había titulado con la palabra "cómplices".
—¿"Cómplices" es moderado? Según el diccionario de la Academia significa "asociado en un crimen o culpa imputable".
—Es discutible —ha respondido Manchón, siempre en tono calmado. También tiene un significado de amistad. Pero asumo que siempre hay la posibilidad de titular mejor.