Lo ha dicho el nuevo director general de la Policia, Pere Ferrer: que utilizarían todas las herramientas a su alcance.

Y aparte del gas pimienta, las porras y los proyectiles de foam, hoy han sacado la tanqueta de cañones de agua, que no se ha utilizado nunca y que Albert Batlle durante su mandato al frente de los Mossos d'Esquadra descartó definitivamente.

La tanqueta circula por el centro de Barcelona dentro de uno de los dispositivos que hay hoy con motivo de la nueva concentración, que podría llegar hasta la misma Conselleria de Interior, donde está el CECOR. "De momento, no se utilizará", aseguran fuentes de los Mossos d'Esquadra. Aunque las mismas fuentes indican que la han recuperado "por si hace falta".

La tanqueta, o "el botijo", se compró el año 1994. El año 2013, Manel Prat, ex-director general de la Policía bajo el mandato de Felip Puig, anunció que la utilizarían en sustitución de las pelotas de goma. Pero cuando llegó Albert Batlle, en 2016, lo descartó definitivamente.

Hoy, durante la comparecencia del conseller Miquel Buch, se ha estrenado Pere Ferrer, el nuevo director general de la Policía que sustituye a Joan Andreu Martínez, que dimitió justo antes del 1-O. Y a preguntas de los periodistas sobre la utilización del gas pimienta por parte de los Mossos y de las pelotas de goma por parte del CNP, Ferrer ha dicho: "Todos los cuerpos tienen que disponer de todas las herramientas que tienen a su alcance".

Y después ha añadido: "La situación que estamos viviendo es altamente compleja y los cuerpos policiales disponen de muchas herramientas. Ellos son los expertos y en ellos depositamos la confianza para que eso pueda ser un país sin ninguna situación como la que se vivió ayer en Barcelona". Pero nadie se imaginaba que una de estas herramientas sería "el botijo". Lo que no concretan los Mossos es si se utilizará para dispersar o para ayudar a apagar incendios.

Ayer en Barcelona hubo 250 fuegos provocados por cremas de contenedores y otros materiales en el centro de la ciudad. Los cañones de agua, que nunca se han utilizado por los Mossos d'Esquadra en la dispersión de manifestantes, hacen que la alta presión que sale haga caer a todo el mundo y los empuje hacia atrás. También provoca una situación compleja en la calzada, que queda completamente inundada y mojada, cosa que aumenta el riesgo de caídas por parte de todo el mundo. Por eso se descartó su uso.

En el momento en que se descartó, Batlle hacía estas declaraciones a ElNacional.cat: "Yo no recuerdo ninguna manifestación en nuestro país que se hayan utilizado los cañones. En la época del franquismo le decían la meona, que además era prostática".

Hace tres años se descartó su uso y sólo se utilizaba para exhibiciones.

¿Cómo es "el botijo"?

El camión de cañones de agua de los Mossos es un Mercedes Benz modelo RC1 3500, que tiene 6,63 metros de largo, por 3,1 de alto y 2,4 de ancho. Tiene una capacidad de 3.500 litros y el chorro de agua llega a los 60 metros. Nunca se informó de cuál era la presión con que salía el chorro.

El camión tiene una autonomía limitada y no cabe por algunas calles de la ciudad de Barcelona. El camión no tiene acceso a plaza Sant Jaume, por ejemplo, pero sí que serviría para desalojar plaza Catalunya. Los sindicatos advirtieron en su momento que tendría que ir escoltado y con un camión de apoyo con más tanques de agua.