El exlíder de ERC en Madrid Joan Tardà ha asegurado que si la candidata de JxCat, Laura Borràs, hubiera sido militante de ERC, "habría sido suspendida y forzada a dimitir" de las responsabilidades como electa, al ser investigada por el Supremo. Así se ha expresado en el libro que acaba de publicar En defensa pròpia (Pòrtic, 2021), donde propone un "frente amplio para la reconstrucción de Catalunya" con partidos progresistas, independentistas y soberanistas para después del 14-F.
El dirigente republicano defiende que el próximo Govern añada a los comuns y la CUP "para superar la ecuación agotada" de ERC y JxCat. Excluye al PSC. Tardà considera errónea que la ecuación gubernamental de ERC con JxCat sea la más adecuada: "Este escenario nos condenaría a un empantanamiento del 'procés', polarizaría todavía más la sociedad y dificultaría la imperiosa necesidad de alcanzar unos pactos nacionales de nueva factura que permitan jerarquizar las prioridades de reconstrucción del país".
Es por eso que el exportavoz de ERC en el Congreso defiende lo que llama un "Frente Amplio para la Reconstrucción de Catalunya", que llame a la ciudadanía y el conjunto de las fuerzas políticas progresistas independentistas y soberanistas a articularse "al día siguiente de las elecciones", atendiendo a la ejecución de los deberes inmediatos provocados por la pandemia. Tardà propone que este espacio tenga como pilares fundamentales la reconstrucción económica, la amnistía y el referéndum.
El también exconcejal de Cornellà apuesta para que al nuevo ejecutivo lo formen, de nuevo, ERC y JxCat, pero ahora con la incorporación de En Comú Podem y la CUP: "Una suma imprescindible atendiendo al agotamiento patente de la fórmula dual JxCat-ERC, producto de una etapa ya superada", argumenta. Tardà opina que a comuns y cupaires "les resultaría inviable despachar con un no automático y categórico un posible acuerdo parlamentario o de gobierno con una Esquerra ganadora de las elecciones".
Además, subraya que ERC no cuenta en integrar al PSC. Sin embargo, apunta que la sociedad catalana "no entenderá que el socialismo "se plante radicalmente ante una ERC ganadora que priorice un gran pacto nacional por hacer efectivo un programa de políticas sociales y económicas de reconstrucción post-pandemia".
Las críticas a JxCat
Por otra parte, Tardà acusa al president en el exilio, Carles Puigdemont, de incumplir un "acuerdo de caballeros" con Junqueras: "Se había dado la palabra de que los dos líderes se abstendrían de publicar ningún libro reprobando al otro. Uno no lo ha cumplido". En esta línea, el exlíder de ERC en Madrid añade que el presidente de JxCat "no se ha privado de atizar el fuego contra Junqueras". "Genera tristeza, no ha tenido bastante madurez ni comportamiento. Se ha dejado llevarse por las bajas pasiones", añade.
Tardà también critica el acuerdo de PSC y Junts en la Diputación de Barcelona y señala directamente a Puigdemont, por "priorizar los intereses de su partido por encima de los del país y dejarse llevarse por la aversión a los republicanos". "Waterloo lo bendijo sin parpadear mientras, en paralelo, continuaban con el sonsonete del 'No surrender'. Si no ganan, dinamitarán el acuerdo y harán el imposible por no investir al candidato republicano. Son así", concluye en el libro.
El exportavoz de ERC en Madrid también dice que la "confrontación inteligente" que pregona JxCat es "nítidamente cainita", y que solamente sirve para "generar desánimo y perder capacidad de atracción hacia la ciudadanía no independentista". "Una cruzada contra nuestro posicionamiento, además improductiva y contraproducente", apunta.
Tardà también acusa al vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, de "intromisión" y de "hacer saltar por los aires" un acuerdo "unánime" en Lledoners para que todos los presos independentistas que eran diputados delegaran su voto: "[Costa] irrumpió en el centro penitenciario para comunicar a los presos que la dirección de JxCat no validaba el acuerdo alcanzado por unanimidad de los cinco después de un intenso debate".
Finalmente, Tardà también carga contra el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, para "gritar a la revuelta desde la segunda residencia mientras se está de vacaciones". "Sólo contribuye a frivolizar y ridiculizar la causa que se pretende defender", remata en el libro.