Si la primera parte del congreso de Esquerra Republicana fue un plebiscito sobre Oriol Junqueras, que ganó él al imponerse a aquellos que querían relevarlo al frente de la formación, la segunda va por el mismo camino. Las enmiendas presentadas por sus candidaturas rivales (la "rovirista" Nova Esquerra Nacional y Foc Nou) van en la línea de modificar los estatutos para separar los cargos orgánicos y los institucionales y que el presidente y la secretaria general del partido no puedan tener otras responsabilidades; en otras palabras, evitar que Junqueras (cuándo sea amnistiado y caiga su inhabilitación) pueda ser candidato a la presidencia de la Generalitat por parte de ERC y que Elisenda Alamany no pueda ser al mismo tiempo concejala en el Ajuntament de Barcelona, todavía con la incógnita de sí el partido entrará en el gobierno municipal de Jaume Collboni.

 

Ahora, sin embargo, al otro lado de la balanza si encuentra Joan Tardà, al frente del grupo (que quiere convertirse en corriente interno) Àgora Republicana. El presidente de la Comisión de la Verdad que investiga la Estructura B de ERC y el asunto de los carteles denigrantes contra los hermanos Maragall que salió de dentro del propio partido, y también el conseller nacional más votado por la militancia ha planteado una enmienda a la ponencia estatutaria que va en la dirección contraría. Según han explicado en un comunicado, presentarán una enmienda para hacer que la figura de la presidencia del partido pase automáticamente a convertirse en candidato a la presidencia de la Generalitat. Es decir, que, hoy por hoy, Junqueras sea el candidato de ERC a las elecciones al Parlamento de Catalunya, una posición que solo ha ocupado en una ocasión, en el 2012, justo después de tomar el control del partido y cuando Esquerra pasó de tener 10 a 21 diputados en la cámara catalana. El 2017, en las elecciones del 155 también fue el número 1 a las listas pero él mismo designó en una carta a Marta Rovira como candidata efectiva a la presidencia.

Eludir coaliciones electorales con "el independentismo nacionalista excluyente"

Los de Tardà justifican esta enmienda para "consolidar el liderazgo político de la organización" que tiene el presidente y también dando respuesta "al clamor ciudadano de liderazgos claros". Por otra parte, sin embargo, también presentan enmiendas para "limitar la acumulación de cargos institucionales y orgánicos", que van más en la línea de los que los críticos ya han registrado, "para permitir que los electos se puedan dedicar de lleno a su trabajo institucional, liberándolos de responsabilidades orgánicas del partido". Uno de los objetivos de Àgora Republicana es tirar las posiciones de ERC hacia la izquierda (recientemente Tardà ha propuesto confluencias electorales con partidos como la CUP o los comunes) y recuerdan que hace falta rehuir "cualquier propuesta de coalición electoral unitaria fundamentada en un independentismo nacionalista excluyente, interclasista e identitario" y apostar por estrategias que "permitan avanzar en la construcción de un bloque del republicanismo soberanista de izquierdas, capaz de alcanzar la República Catalana con el ejercicio efectivo del Derecho a Decidir".