El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha avalado que los estudiantes catalanes puedan realizar la prueba de evaluación final de Educación Primaria también en castellano y no sólo en catalán, como defendía la Generalitat, que hace tres años recurrió el Real Decreto 1058/2015 sobre estas pruebas de evaluación al considerar que vulneraba las competencias de Catalunya. La resolución del alto tribunal pero no tiene ningún efecto práctico puesto que estas pruebas, previstas a la ley Wert, no se han hecho nunca en Catalunya, donde sí que se hacen las pruebas de competencias básicas. Estas pruebas, propias del departamento de Educación, se hacen en lengua catalana, excepto los exámenes de castellano y de lengua extranjera.

Según la sentencia del Pleno del TC, padres, madres o tutores legales pueden elegir si sus hijos realizan esta prueba en lengua castellana "o la lengua cooficial correspondiente", y desestima el "conflicto positivo de competencias" que presentó el Govern de la Generalitat en 2016.

Hace tres años, el TC admitió a trámite el conflicto de competencia promovido por la Generalitat contra la regulación de estas pruebas establecidas en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que fue aprobada en 2013 por el Partido Popular.

Según argumentó el Govern, presidido entonces por Carles Puigdemont, el real decreto de las pruebas de evaluación de Primaria vulneraba la competencia de la Generalitat en materia educativa y en materia de lengua propia, y suponía una vulneración del régimen lingüístico de la enseñanza en Catalunya establecida por el Estatut.

En concreto, el Govern cuestionaba que el real decreto aprobado en 2015 permitiera "la elección por parte de las familias de la lengua, cosa que no es aceptable en la normativa catalana", según criticó la entonces consellera de Enseñanza, Meritxell Ruiz.