El Tribunal Constitucional ha dictado un auto que levanta la suspensión de los artículos que había impugnado el Estado sobre el departament de Exteriors de la Generalitat, según han confirmado fuentes judiciales a El Nacional. El Alto Tribunal sólo mantiene la suspensión con respecto al nombre de la Conselleria, "Afers Exteriors", y levanta la impugnación con respecto a las funciones del Departament dirigido por Raül Romeva. Así, el TC confirma que el Departament actúa y ha actuado con pleno amparo legal y con normalidad.
El TC admitió a trámite el 17 de febrero el recurso presentado por el Gobierno español contra la Conselleria d'Exteriors, lo que comportó su inmediata suspensión cautelar.
El Consejo de Ministros decidió el pasado 5 de febrero presentar un conflicto de competencias contra la creación del Departament d'Exteriors. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, argumentó entonces que "aunque parezca que el Gobierno está en funciones, el Estado de derecho no, y el cumplimiento de la Constitución tiene que estar permanentemente vigilado".
Días después de que se admitiera a trámites el recurso del Gobierno español, y en previsión a la suspensión definitiva, el Govern aprobó cambiar el nombre del departament d'Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència, por conselleria d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència. El Ejecutivo respondía así a la suspensión del departamento acordada por el Tribunal Constitucional a raíz del conflicto positivo de competencias que interpuso el Gobierno español. Raül Romeva aseguraba que el cambio de nombre es una medida "preventiva" que permitirá "seguir sin quedar atrapados en la argucia legal del TC".
"Meter la pata"
El conseller de Justícia, Carles Mundó, denunció en el momento de la presentación del recurso que el Gobierno del Estado "ha metido la pata". "Es evidente que lo que no tiene sentido es llevar al Tribunal Constitucional un departamento del que en realidad no impugna las competencias, porque mantiene intactas las competencias en Exteriors a favor de la Generalitat". Según Mundó, el TC sólo cuestionaba cómo la Generalitat debe desarrollar estas competencias. "El Estado de derecho no sirve para todo y no se pueden trasladar a la Justicia cuestiones que pertenecen a la política", añadía.
En cambio, para el ministro de Justicia, Rafel Català, la situación de atascada momentánea de la conselleria d'Exteriors a la espera de la resolución del TC es el "normal funcionamiento de las instituciones". Apelaba al sistema democrático y al Estado de derecho para llevar a los tribunales "de manera muy civilizada" todo aquello que a su entender haya que impugnar.
Catalá defiende que hay que hacer uso de las instituciones que el Estado de derecho tiene preestablecidas y ha remarcado, en este sentido, que el TC tiene como función el reparto de las competencias.
Molesto por el 'Minister'
Más allá de los argumentos legales, el ministro de Justicia y, de rebote, el Gobierno español, se mostraba molesto por la carta que Raül Romeva envió al Parlamento europeo y a embajadas de varios países dónde se presentaba como "Minister". Lo que es la traducción del término "Conseller" para Romeva, por Rafael Catalá era una muestra que la Generalitat se está cogiendo competencias que no le corresponden.
Rebaixant Sáenz de Santamaría
La vicepresidenta del Gobierno español llegó a alertar que las declaraciones que pudiera hacer el president de la Generalitat sobre la querella y la polémica en torno a la Conselleria d'Afers Exteriors, podían girársele en contra en el contencioso. Pero Sáenz de Santamaría chocó con la rectificación del ministro de Justicia, que se apresuró a matizar que si se utilizaba algo para la querella serán actuaciones con valor jurídico, no declaraciones.