El diario alemán Telepolis, especializado en política, ha señalado que "cada vez es más dudoso" que el Tribunal de Schleswig-Holstein extradite al president Carles Puigdemont, por el supuesto delito de malversación. "Esta acusación es casi tan grostesca como la de supuesta rebelión, la que describe un golpe de estado", añade.

Cuando el Tribunal puso en libertad a Puigdemont, ya desestimó acusarlo de rebelión, argumentando que no existían los requisitos necesarios.

El diario pronostica que el escenario se complicará más si el juez Pablo Llarena veta la investidura de Jordi Sànchez el viernes, cuando la ONU ha pedido que se pueda celebrar. "España estará todavía más en entredicho a los ojos de la opinión pública internacional si se opone a las medidas provisionales (para hacer la investidura) y deja todavía más claro que intenta impedir la aplicación de un resultado electoral democrático", advierte.

En un artículo titulado Ahora los catalanes también son terroristas, Telepolis critica también que con la nueva acusación contra los CDR "la política represiva de España cada vez es más absurda".

Telepolis recuerda que esta semana han sido detenidas siete personas por participar en acciones de los CDR, dos de ellas acusadas de "terrorismo y rebelión". Según el diario, para subrayar este salto en las acusaciones, los efectivos de la Guardia Civil aparecieron en escenas de la detención "fuertemente armados y enmascarados".

Según Telepolis, España parece que "no tiene ninguna otra alternativa que apretar cada vez más el tornillo de la represión". Considera que eso le va bien de cara adentro, mientras que en el exterior España va hacia una "posición de debilidad" a nivel internacional.

El diario recuerda que se está produciendo una fuerte tensión, ya que mientras los exiliados catalanes están en libertad en Alemania, Bélgica, Suiza y el Reino Unido, "en España la ultraderecha está irritada, hasta el punto de que reclaman atentados con bomba y consideran a los alemanes de Mallorca como rehenes (Federico Jiménez Losantos), y atacan por tierra, mar y aire a la ministra de Justicia, Katarina Barley (SPD)".