La fiesta del 4 de Julio en el consulado americano ha sido durante años una de las citas más destacadas del verano en Barcelona, y este miércoles ha vuelto, después de cerrar el paréntesis provocado por la covid. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado de una parte importante de su Govern, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, han encabezado la amplísima representación política que ha pateado esta noche los jardines del consulado, donde se han encontrado, copa en mano, desde el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, hasta el presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, o la delegada del Gobierno, Maria Eugènia Gay. Todos juntos para celebrar la independencia... de los Estados Unidos.
El consulado de los Estados Unidos en Barcelona es uno de los más antiguos del mundo, según se explica en su página web, donde se indica que John Adams nombró al primer cónsul en Barcelona en 1797. Desde hace 30 años la sede diplomática ocupa un magnífico edificio en el barrio de Sarrià. La cita de esta noche ha obligado a cortar buena parte de la avenida de la Reina Elisenda de Montcada, mientras los invitados hacían disciplinadamente cola para superar los controles de seguridad. Una vez dentro, no se ofrecía los Ferrero Rocher que la publicidad ha situado como elementos habituales en estos eventos, pero sí hamburguesas, pizzas y hot dogs, entre otras muestras de la cocina estadounidense.
Políticos, periodistas y miembros de la sociedad civil copaban buena parte de la asistencia, pero tampoco ha faltado la representación de las autoridades militares y eclesiásticas, incluidos los cuerpos policiales, desde los Mossos hasta la Guardia Civil, que se ha visto representada, entre otros, por el teniente coronel Daniel Baena, responsable de la investigación del 1-O y al que se atribuye el perfil de Twitter conocido como Tácito, especialmente hostil con los miembros de las filas independentistas.
Encuentro Baena-Sànchez
La peculiar coincidencia del teniente Baena con la mayor parte de los líderes del procés encausados en el Tribunal Supremo —donde él mismo acudió a declarar— ha provocado no pocos comentarios entre los presentes, y no sólo comentarios. El expresidente de la ANC y exsecretario general de Junts, Jordi Sànchez, condenado a 9 años de prisión por su participación en el procés, en lugar de evitar a Baena, se ha dirigido directamente hacia él, justo cuando estaba acompañado de otros responsables policiales.
La conversación ha sido breve pero intensa. Ante el "¿cómo estás?" con que Baena ha recibido a Sánchez, este ha replicado que ahora está "mejor", refiriéndose de manera implícita a su salida de la prisión. "Espero no volver a entrar", ha puntualizado, a lo cual el guardia civil ha replicado con un aviso: "Si te portas bien...".
La cónsul y los Mossos
El episodio ha ocurrido a penas llegar a la sede del consulado general y, antes de que la cantante Gwen Perry interpretara el himno de los Estados Unidos y que la cónsul, Katie Stana, protagonizara su intervención ante los invitados. El de hoy ha sido el primer discurso de Stana en el cargo, donde aterrizó la víspera del día de Reyes de este año, después de ocupar diferentes responsabilidades en las embajadas de los Estados Unidos en Pakistán, Italia, Turquía y Uruguay, y en el Departamento de Estado en Washington.
Stana ha explicado que la diplomacia está en el corazón de la política exterior de los Estados Unidos, pero también ha admitido que el país tiene que dar respuesta a desafíos internos, que recuerdan que el país está lejos de ser perfecto, como el tiroteo en Illinois el 4 de julio. "Al mismo tiempo que sanamos nuestras heridas, afrontamos nuestros problemas de forma abierta", ha asegurado la cónsul, que ha añadido que es la voluntad de abordar las imperfecciones en la arena pública en vez de hacer ver que no existen lo que diferencia las democracias de las autocracias.
El viento y las nubes amenazadoras han asediado el discurso de la cónsul, que ha revelado durante su parlamento que los Mossos les habían "rescatado de la lluvia" prestándoles carpas, como la que la protegía a ella misma mientras intervenía. "Menos mal que usamos los mismos colores, rojo, azul y blanco", ha bromeado. El conseller del ramo, Joan Ignasi Elena, ha sido uno de los asistentes al acto, así como el conseller de Empresa, Roger Torrent; Economia, Jaume Giró; Exteriors, Victòria Alsina; y Justícia, Lourdes Ciuró.