La contundencia del desafío de la CUP ha vuelto a sorprender al Govern. Y el famoso pressingcup se ha puesto de nuevo en marcha, lo cual no ha impedido la tramitación de la enmienda cupaire a la totalidad de los presupuestos. La formación anticapitalista reclama un nuevo proyecto, mientras que el Govern advierte que sin los presupuestos el proceso queda “tocado” y emplaza a los cupaires a cumplir sus compromisos. Todo, al mismo tiempo que en el Parlament ha empezado la tramitación de la primera de las leyes de desconexión, la de la Seguridad Social.

Si la CUP mantiene su enmienda, que se tendrá que votar la próxima semana conjuntamente con el resto de enmiendas de retorno que han presentado todos los grupos de la oposición, el proyecto de presupuestos del Govern no se podrá ni siquiera tramitar en el Parlament. Será un revés importante para el ejecutivo de Carles Puigdemont, y un problema para el funcionamiento de lo que queda de legislatura dado que el Govern actúa hoy con las cuentas del último gabinete de Artur Mas, es decir, de un consell executiu con otros objetivos y una estructura diferente -entre otras cosas, no tenía una conselleria d'Exteriors.

Reunión de Govern

La preocupación se hizo evidente ayer en el palau de la Generalitat durante la reunión del Govern donde se abordó el tema a fondo. La voluntad expresada en torno a la mesa redonda del consell es mantener la negociación abierta y no levantarse de la negociación, pero al mismo tiempo advertir a los cupaires que hacer caer los presupuestos marcará un antes y un después en el proceso hacia la creación del nuevo Estado catalán.

Los consellers analizaron los diferentes escenarios que se le pueden plantear al Govern en los próximos días y la conclusión es unánime en el sentido que hay que conseguir que la CUP cumpla su compromiso por la estabilidad.

Este es el principal argumento que esgrimió ayer Munté garantizando que el Govern está dispuesto a hablar “de todo”, pero eso hace imprescindible que los presupuestos se puedan tramitar dado que el compromiso a pesar de no ser un “cheque en blanco” obliga a todas las partes. Previamente, había sido el secretari d'Economia, Pere Aragonès, el que se había pronunciado en términos similares en una entrevista en ACN.

26-J

Los presupuestos se están convirtiendo en una prueba de estrés para el Govern, incluso superior al que se esperaban. La proximidad de las elecciones y la puesta en marcha de las campañas electorales del 26-J se han cruzado en el camino de las cuentas hacia el Parlament y también hacen estragos. Las referencias del candidato de CDC, Francesc Homs, el lunes acusando a ERC de tibieza en la respuesta a la CUP no han gustado nada a los socios de Esquerra.

El Govern se levantó de la reunión de ayer confiando que la disponibilidad expresada a hablar de cualquier tema que se ponga encima de la mesa y el ambiente de presión a la CUP permita reconducir las negociaciones.

Nuevo proyecto

Pero a la CUP, el discurso del Govern no le impresiona especialmente. La diputada Eulàlia Reguant dio por hecho que no retirarán la enmienda si no hay unos nuevos presupuestos. Reguant replicó a Munté asegurando que lo que deja “tocado” el proceso soberanista es que JxSí no despliegue la declaración del 9-N.

Queda una semana para el debate de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos.