La tensión por el debate independentista no sólo se ha instalado en el hemiciclo del Congreso y ha avinagrado el ambiente ya habitualmente tenso que se respira en esta Cámara, sino que, además, se ha hecho notar en las calles de Madrid en este inédito sábado de debate de investidura. Mientras, dentro del hemiciclo, el candidato, Pedro Sánchez, se las tenía con los líderes de PP, Pablo Casado, y Vox, Santiago Abascal, que lo acusan de pegarse al poder a cualquier precio, una manifestación españolista intentaba llegar hasta las puertas del Congreso.
A las doce y media, el líder del PP se ha subido a la tribuna para abrir el turno de los grupos con un discurso durísimo contra Sánchez, mucho más tenso que el que protagonizó el pasado mes de julio en la última investidura fallida.
Epitafio político de Sánchez
Sólo situarse delante del micrófono, ha advertido al candidato que este gobierno, la coalición del PSOE con Podemos, será su epitafio político y ha tildado de "patético" que hubiera arrancado su intervención asegurando que no se romperá España. En poco más de dos minutos ya había advertido a Sánchez que si el president, Quim Torra, no dimite en las próximas horas el gobierno tendrá que iniciar los trámites para obligarlo a hacerlo y, en caso de que no cumpla, "tendría que activar de inmediato el artículo 155".
España decide su presidente pero no puede dejar de mirar de reojo y con mucha atención lo que pasa en Barcelona. Pocos minutos después de que el vicepresident Pere Aragonès asegurara en la sala de prensa del Parlament que Torra sería el presidente que negociaría en la mesa bilateral con el Gobierno, Casado le hacía saber a Sánchez que el vicepresidente "está de acuerdo con la insumisión de Torra".
Catalunya aparte, los reproches de Casado a Sánchez han brotado en una cascada constante. El popular ha tildado Sánchez de "mentira que anda" y ha advertido que él es "la única dolencia que hoy se puede cronificar en la democracia española". "Hoy España se queda sin socialismo constitucionalista y usted es el responsable", ha afirmado en medio de los aplausos de la incansable bancada del PP.
El impulso, sin embargo, no ha sorprendido a Sánchez, que llevaba las réplicas escritas. El choque entre el candidato y el jefe de la oposición se ha ido reduciendo a un enfrentamiento personal, en el que el socialista ha respondido a los insultos del popular recordándole que este año había perdido cinco elecciones y que estaba a tres millones de votos de diferencia con el peor Mariano Rajoy. "Para saber ganar, señor Casado, se tiene que aprender a perder", le ha reprochado en medio del abucheo constante de los diputados populares, que no han parado de hacerse oír durante el duelo entre los dos políticos.
Mientras el candidato y el líder de la oposición se peleaban, la concentración españolista que recorría el centro de la ciudad ha chocado contra las vallas policiales que impiden el acceso hasta las puertas del Congreso.
La concentración había sido convocada por un ingeniero de 27 años sin apoyo de ningún partido, pero el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, había anunciado que acudiría.
Después de Casado ha llegado el turno de Abascal, que ha pedido no ya la inhabilitación, sino la detención de Quim Torra, lo que ha provocado que los diputados de JxCat abandonaran el hemiciclo.
Con Abascal, la disputa no ha mejorado demasiado. Tampoco se esperaba. "Fraude, sin escrúpulos, capaz de cualquier cosa con el fin de seguir viviendo en el palacio de la Moncloa, villano de cómic, político indigno que ha cometido el peor fraude electoral...", el candidato de Vox no se ha dejado casi nada sin echarle en cara a Sánchez.