Hasta hace poco, en Vox todo el mundo iba a la una. Nadie discutía a su presidente, Santiago Abascal, y no había nadie que saliera de la línea oficial del partido. O al menos así lo parecía de cara a la galería. Ahora, sin embargo, la situación cada día se complica más, a raíz de la resurrección de Macarena Olona después de abandonar su escaño a Andalucía excusando su renuncia en motivos médicos. La verdad era que tanto la alicantina como la dirección del partido en Madrid esperaban que Vox pudiera asumir la vicepresidencia de la Junta, pero una gran victoria de Juanma Moreno los situó en una posición de irrelevancia que aburría Olona. Cuando se marchó, agradeció al partido su apoyo, pero ahora ha vuelto como un verso libre, hecho que incómoda a Santiago Abascal, en una situación de tensión que va escalando y que a estas alturas, con la política siendo el centro de atención, no parece que se tenga que detener.
Pocas semanas después de renunciar al escaño del Parlamento andaluz, Olona organizó un peregrinaje por el camino de Santiago donde se reunió con algunos de sus seguidores en lo que ella describía como una aventura dura y solitaria, pero que en realidad solamente duró cuatro etapas por Galicia. Aplaudida por los más próximos, ha optado por volver a la escena pública, primero con una charla en la universidad de Granada, que acabó con disturbios y la intervención de la policía y ahora en Murcia.
Una situación inédita e incómoda
Ante este giro de guion y con el foco de nuevo sobre Olona, Santiago Abascal se ha mostrado sorprendido en las últimas horas por la recuperación de Olona de una enfermedad que provocó que tuviera que abandonar la política y de la cual ya no parece sufrir los efectos. Tal como ha remarcado Abascal, el panorama ha cambiado radicalmente en "solo un mes y medio", cuando Olona lo informó de que abandonaba el partido por motivos de salud y que espera a que sea ella misma a quien le aclare si se afiliará de nuevo al partido en una situación inusual para Vox y su líder.
Esta situación, alimentada por la misma Olona, es incómoda para el partido y por eso uno de sus dirigentes, Ivan Espinosa de los Monteros ha salido al paso a negar cualquier tipo de rumor. En este sentido, ha insistido en el afecto que siente por Olona, dejando bien claro que no "contribuirá en un culebrón post-verano propio de la prensa rosa".