Ha habido muchas cábalas durante los últimos dos años. Pero no ha sido hasta hoy que se ha materializado: se consuma el giro propugnado por Inés Arrimadas. El PSOE y Ciudadanos se han puesto de acuerdo para presentar una moción de censura contra el presidente Fernando López Miras, del PP. La formación de Arrimadas, a través de su portavoz autonómica Ana Martínez Vidal, se quedaría con la presidencia de la región, a pesar de ser el socio minoritario. El socialista Mario Gómez sería el nuevo alcalde de Murcia. La maniobra, que pueden hacer las dos formaciones solas sin Podemos, tiene unas ondas sísmicas que van más allá de Murcia. Son varios los gobiernos autonómicos que comparten el PP y Ciudadanos.
Para empezar, el terremoto llega hasta la capital del Estado y amenaza a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Actualmente se aguanta en coalición con Ciudadanos y con el apoyo externo de Vox. Pero los números darían para desalojar a los populares. Después del movimiento de Murcia, el PSOE, que ganó las elecciones autonómicas, se ha puesto bien. En un comunicado, los socialistas se han mostrado "dispuesto a hablar con Ciudadanos" para formar un nuevo gobierno que "reforme, transforme y regenere la región". Están a la expectativa de si cambia la opinión del vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos, hasta ahora principal apoyo de Ayuso. Como síntoma, después de la reunión ordinaria del gobierno madrileño de hoy, no comparecerá Aguado como portavoz, como es habitual. Se limitarán a una nota de prensa.
También podría replicarse el movimiento en Castilla y León, donde hay conversaciones entre el PSOE y Ciudadanos. Hace pocos días, el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, admitía que estas conversaciones iban "mejor de lo que pensaban".
La noticia ha sido una jarrón de agua fría para Génova. Desde el PP denuncian que "es un acuerdo de Ciudadanos con el PSOE y Unidas Podemos", y que "permite que los radicales puedan gobernar en Murcia", aunque los de Iglesias no son necesarios. Fuentes populares denuncian la "gran irresponsabilidad" que llevará una "enorme inestabilidad en plena pandemia sin motivo alguno". Acusan a Arrimadas de "romper su palabra" por haber dicho que el gobierno murciano duraría cuatro años.
Desde Vox, el apoyo externo en todos estos gobiernos, ya han reclamado la "convocatoria inmediata" de elecciones autonómicas tanto en la Comunidad de Madrid como en Andalucía y Castilla y León "para frenar el asalto de la izquierda a las instituciones". Los ultras critican que Ciudadanos "ha demostrado no ser un socio fiable".