El semanario británico The Economist y el diario francés Libération han alertado del "lío institucional" donde ha entrado a España por el enfrentamiento entre el PSOE y el PP, y recuerdan que es el más grave de los últimos años. Según el semanario, España se encuentra en su mayor "lío institucional" desde la declaración de independencia de Catalunya en el 2017. "El conflicto que se vive en el Tribunal Constitucional se centra en quien tiene el poder de nombrar a los jueces. Y los hiperbólicos tienen razón. No se movilizan tanques ni se ocupan emisoras de radio. Pero España se encuentra en el mayor enredo institucional desde que Catalunya organizó un referéndum de independencia ilegal en el 2017", insiste.
El semanario británico reconoce que "España no está en peligro de convertirse en una dictadura", pero sí que ve riesgos. "Más bien, como en Estados Unidos y en otros lugares, los partidos están jugando con dureza constitucionalmente, y luchan por controlar las Cortes, que determinan las reglas del juego político". Recuerda en este sentido que el año pasado, el índice de democracia rebajó España a una "democracia defectuosa", principalmente a causa del enfrentamiento sobre el control de los jueces. "España ha caído en una espiral de hiperpartidismo. Los españoles dicen que valoran a los políticos con sentido de estado. Pero mientras lo exijan a los oponentes y no a los de su cuerda, es probable que todo cambie poco", afirma con pesimismo.
En sentido parecido, el diario francés Libération, el gran medio de izquierdas francés, ha comparado la crisis institucional a la que PSOE y PP han abocado a España, con la declaración de independencia de Catalunya que aprobó el Parlament el año 2017, e incluso con el intento de golpe de estado de 1981. "Desde 1978, con el final de cuatro décadas de dictadura en España, el país ha pasado por tres grandes crisis institucionales que ponen en peligro su marco democrático. La primera, en febrero de 1981, cuando el teniente coronel Tejero vació su recarga en la Cámara sin conseguir, sin embargo, un golpe de estado que siguió quemando en la memoria. La segunda, en septiembre del 2017, cuando los independentistas catalanes votaron leyes inconstitucionales en el Parlament de Barcelona para preparar una independencia que duraría solo unos minutos el mes siguiente, epílogo de un referéndum ilegal y que fue castigado por Madrid. La tercera sería ahora, cuando un alto tribunal impide la votación de una ley en las Cortes, porque esta ley pretende modificar las normas que rigen este tribunal", señala.
El diario recoge la valoración del profesor de derecho constitucional Javier García Fernández. "Vivimos un momento excepcional donde ya no se respeta el equilibrio y la separación de poderes, y donde la soberanía popular es pisada por un poder judicial que quiere ser hegemónico", asegura. Según el diario, la parálisis sin precedentes que se vive en el Tribunal Constitucional "debilita la democracia española" con un escenario preocupante.