"Catalunya está siendo tratada como el niño travieso en el fondo de la clase, y empieza a parecer 'bullying'". Así describe las relaciones entre Catalunya y España el periodista y corresponsal Tim Parfitt en un artículo publicado en el semanario británico eurofilo The New European, nacido a raíz de la victoria del Brexit.
Parfitt habla del movimiento soberanista catalán como un "reflejo en el espejo" del Brexit, ya que los dos procesos comparten similitudes -como el sentimiento de identidad o la sensación que "un gobierno burocrático lejano gasta su dinero imprudentemente" - sin embargo, a la vez, son totalmente opuestos en cuanto su actitud hacia Europa.
Ante el maltrato al que está sometida, Catalunya "está mirando activamente hacia Europa" y apelando a los líderes y las instituciones europeas "para que les ayuden a mediar hacia una salida a la actual situación de estancamiento" describe Parfitt, que alerta que la falta de voluntad de los gobernantes españoles a ceder podría resultar en "un desastre".
Siguiendo con la metáfora, el artículo denuncia que el niño "no está siendo escuchado, y los únicos padres a quienes pueden recurrir ahora" son la comunidad internacional y la UE. "En España en este momento hay una especie de parálisis política" explica citando la judicialización de la política. Todo este bloqueo, desemboca en una "desconfianza hacia los políticos madrileños", ya que Catalunya siente que que intentan "restringir sus derechos lingüísticos y culturales, mientras ordeñan descaradamente la economía más rica de la península".
Para acabar, el periodista plantea hasta qué punto una Europa democrática podría prohibir votar a los catalanes en nombre de "fronteras creadas por el matrimonio de los reyes católicos", la victoria en la guerra de sucesión española o porque lo diga la Constitución.