El diario The Washington Post, uno de los grandes rotativos norteamericanos, ha cuestionado el juicio del procés independentista que está celebrándose en el Tribunal Supremo. "¿El juicio en España sobre los independentistas es sobre derecho o política?", señala el diario.
El rotativo entrevista al abogado Gonzalo Boye, que subraya la intención de los jueces españoles de jugar una carta política. "Han decidido que la cuestión catalana es tan importante que no la pueden dejar en manos de los políticos", indica. "Y eso es terrible, porque se trata de un problema político, no judicial", añade.
The Washington Post recuerda que los independentistas se quejan de que se ha aplicado la prisión preventiva a los presos políticos, y que el tribunal "está sesgado" en contra de ellos, lo que agrava que el juicio "se celebre en Madrid, en el Tribunal Supremo, y no en Barcelona". Añade que los magistrados del Supremo español son designados con criterios políticos, "como los de EE.UU.".
Según el diario, en Madrid el juicio es visto como una "necesidad para mantener el Estado de derecho", mientras que en Barcelona lo consideran una "farsa política, que frustra la voluntad de la gente que votó a favor de la independencia y amenaza a toda persona que quiera la independencia de cara al futuro".
El rotativo entrevista al portavoz de Jueces por la Democracia, Ignacio González Vega, que argumenta que la justicia española es imparcial, y también al abogado francés y observador internacional Jean-François Blanco, que "no es tan optimista". Cita el caso de que se han prohibido pruebas en el juicio como las grabaciones en vídeo, hasta después de la declaración de los testigos.
El reportaje finaliza con unas declaraciones del ponente de la Constitución del 78 Miquel Roca, que subraya la excepcionalidad del caso catalán. "Eso no es un problema constitucional, es un problema político", insiste. Roca aboga por un pacto, pero apunta que "los pactos son para los valientes".