"Ponsatí luchará por quedarse en Escocia, mientras España muestra la sombra franquista". Así de claro y contundente se ha mostrado el diario escocés The National, que abre hoy su portada con la noticia que la consellera Clara Ponsatí se entregará a la justicia escocesa después de que esta haya recibido la euroorden de detención dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
El columnista y exdiputado del Scottish National Party (SNP) George Kerevan pone de relieve que la democracia en el Estado español "está bajo un asedio mientras el fantasma de Franco planea España" y denuncia que "Madrid ha llevado a cabo un golpe de estado, que afecta directamente en Escocia." Y afecta a Escocia porque considera que si ahora ceden con Ponsatí, eso puede marcar un precedente el día de mañana para cualquier escocés: "si van a por Ponsatí hoy, vendrán a por nosotros mañana", subraya.
Después de dar un repaso histórico sobre la extradición del president Lluís Companys de parte del régimen franquista el año 1940, acusado de cargos de rebelión, Kerevan lo acaba comparando con todo lo que está pasando ahora mismo en Catalunya y los líderes soberanistas en unas actuaciones orquestadas por el gobierno "neo-franquista del PP".
La reencarnación de Franco
Lamentándose de que, como Companys, Puigdemont está acusado de un delito de rebelión "sólo para organizar un referéndum democrático por la independencia de Catalunya", y recordando que la única violencia que ha habido ha sido por parte de la policía española, Kerevan pone encima de la mesa que, aunque Franco murió en noviembre de 1975 en su cama|lecho, la reencarnación de su régimen está bien viva.
Un régimen que, según el columnista en cuestión, "está amenazado por las demandas independentistas catalanas", pero que, precisamente por eso, no tuvo ningún problema en encarcelar el viernes a cinco líderes soberanistas más, que, de hecho, ya habían estado en la prisión hacía poco más de tres meses.
"No se engañe", expone Kerevan, este "es una vez sucia|bruta del régimen del PP en Madrid" que utiliza el Tribunal Constitucional para cumplir con sus aspiraciones de silenciar y "decapitar" el debate independentista y, sobre todo, los dirigentes soberanistas.
El diario escocés aprovecha la ocasión para recordar que el PP sólo recibió un 4,2% de los votos en las elecciones del 21-D, pero critica que, aun así, está intentando acabar con el catalán en las aulas, cosa que tilda de "fascismo cultural", así como mantener el "asedio" en que vive Catalunya desde 1936.