Este lunes, Francesc-Marc Álvaro ha presentado su noveno libro, Ensayo general de una revuelta. las claves del proceso catalán (Galaxia Gutenberg, 256 páginas. En catalán en Pòrtic), del que todas las sensibilidades políticas catalanistas que son y están pueden sacar argumento para explicar y justificar su posición durante el procés. Ciertamente, Ensayo general es una "reflexión severa" sobre el procés, como ha dicho Jordi Amat, y algunos lo aprovecharán —ya lo hacen— para hacer pasar que Álvaro ha escrito una desautorización del independentismo.
Este es el riesgo de ser Francesc-Marc Álvaro estos días: que uno de los analistas que el independentismo tenía como voz de cabecera sea presentado como una pieza capturada o como alguien que cambió. El libro, sin embargo, no se acaba hasta que se acaba, y deja poco espacio para esos tejemanejes. El propósito declarado del autor es otro. "No quería un libro para creyentes ni para resentidos", ha dicho este lunes en la presentación. "Quiero hacer una cosa que no sé cómo saldrá pero que no será cómoda de leer", ha explicado que dijo a su editor.
Ensayo general era esperadísimo, entre otras cosas porque venía precedido de Per què hem guanyat, publicado en noviembre de 2015. Este Ensayo bien podría llevar por subtítulo Por qué hemos perdido. También porque Álvaro, que se declara "independentista sin fundamentalismos", es uno de los analistas políticos que casi todo el mundo escucha: escribe en La Vanguardia varias veces por semana y aparece todos los miércoles en El Món a RAC1.
Un ruego y una confesión
Es un libro de analista, no un volumen periodístico. Desgrana por qué el procés ("el ensayo general de una revuelta para pedir respeto y reconocimiento") acaba como acabó. La primera causa es el "sesgo antipolítico" del movimiento, marcado por el "tenemos prisa". Las otras tres: "El desconocimiento de la mentalidad de las élites de Madrid, el hecho de no valorar qué representa el monopolio de la violencia en manos del estado y un exceso de confianza en el discurso sobre los intereses materiales de la población por encima de los sentimientos de pertenencia".
En consecuencia, razona más adelante, "el independentismo ha querido eludir sistemáticamente la complejidad inherente a su misma misión y, al hacerlo, se ha autosaboteado, en beneficio de una propaganda que presentaba el procés como una carrera que llegaría a la meta a toda costa". El autor acaba describiendo el procés con los argumentos de Xavier Melero, el abogado defensor del conseller Joaquim Forn, y concluye: fue un trampantojo, una de esas pinturas que produce la ilusión que está compuesta de objetos o figuras reales, pero que no lo son.
Al final de la presentación, Álvaro ha hecho un ruego y una confesión. "El ruego, ingenuo quizás: me gustaría que algún periodista o analista de los que escriben en Madrid que hiciera un libro equivalente, con autocrítica, explorando los ángulos muertos de lo que ha pasado en los interiores del Madrid político. Porque el diagnóstico tiene que ser compartido. Será incompleto si solo lo hacemos desde aquí". Y ha lanzado un aviso: "Sería un error confundir la victoria judicial con la resolución del problema".
Y la confesión: "Es el libro más difícil que he escrito en mi vida", ha explicado. Porque tenía que tomar distancia. Por el factor humano ("conozco a todos los que están en la prisión y en el exilio y algunos son amigos"). Porque "me lo quería explicar a mí mismo, hacer un intento por aclararme".
El libro ha sido presentado por el director de La Vanguardia, Màrius Carol; la directora de Ara, Esther Vera, y el director de El Món a RAC1, Jordi Basté. Entre los asistentes a la presentación se reunía casi todo el catálogo de los que no se enfadan si se les llaman catalanistas, independentistas o no: Roger Torrent, Esther Capella, Josep Bargalló, Artur Mas y Helena Rakosnik, José Montilla, Javier Godó, Juan José López Burniol, Antoni Puigverd, Paola LoCascio, Jordi Amat, Marçal Sintes, Lluís Recoder, Manuel Cuyàs, Montserrat Comas d'Argemir, Joaquim Puyal, Miquel Puig, Josep Sánchez Llibre, Joan J. Queralt, Jaume Collboni, Eduard Martí, Sergi Sol, Miquel Martin Gamisans, Carles Campuzano, Joaquim Coll, Montserrat Tura, Joan Coscubiela, Javier Pacheco, Xavier Fina, Neus Bonet, Toni Aira, Vicent Sanchis, Jordi Barbeta, Lluís Font, Josep Maria Martí Rigau, Antoni Gutiérrez Rubí, Carles Vilarrubí, Laia Bonet, Lola García, Josep Ramoneda, Josep Martí Blanch, Emili Rosales, Jordi Pina, Andreu Van den Eynde, Mònica Sabata, Francesc Canosa, Marta Pascal, Martín Rodríguez Sol y David Bonvehí, entre otros.