Las declaraciones de Víctor de Aldama ante el juez de la Audiencia Nacional a petición propia, para dar detalles de su implicación en el caso Koldo, ha provocado un auténtico estruendo político y judicial en España. El conseguidor de la trama ha implicado a ministros y altos funcionarios del Gobierno de Pedro Sánchez y destacados miembros del PSOE, a los que ha acusado de corrupción y de recibir pagos sobras con dinero con efectivo y regalos en especies. Durante las dos horas que declaró ante el juez a Ismael Moreno hizo graves acusaciones e implicó, con nombres y apellidos, al presidente español Pedro Sánchez, el exdiputado socialista y exministro José Luis Ábalos; a los miembros del ejecutivo, Teresa Ribera, Nadia Calviño y Víctor Ángel Torres, o el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, en algunos casos con acusaciones directas y en otros sembrando la sospecha de la connivencia para sus negocios ilícitos.
Sánchez niega la mayor, el PSOE anuncia querellas, el PP busca votos para echar al presidente del gobierno, la extrema derecha se moviliza en la calle. Y gracias a su declaración, Aldama salió anoche de la prisión de Soto del Real, tal como había pedido la Fiscalía Anticorrupción y acordó al juez Santiago Pedraz, que lo tenía encarcelado de manera preventiva por un caso de presunto fraude de hidrocarburos. La caja de Pandora quedó abierta, y el empresario asegura que tiene pruebas de lo que ha dicho. ¿Sin embargo, cuáles han sido las principales acusaciones de Víctor de Aldama y contra quien?
Pagos a ministros y altos funcionarios
Víctor de Aldama aseguró en su declaración haber hecho pagos en metálico a diferentes personas del entorno de Sánchez y miembros del Gobierno. Afirmó que entregó 250.000 euros a José Luis Ábalos, exministro de Transportes, y 100.000 euros a su asesor, Koldo García, en concepto de comisiones por negocios relacionados con la compra de mascarillas y material sanitario durante la pandemia. Aldama, sin embargo, asegura que a lo largo de su relación hizo otros pagos en dinero (calcula que 400.000 euros en Ábalos y otros 200.000 a Koldo), además de otros en especies, como el pago de la vivienda de una relación sentimental del exministro, o del chalet que compró la trama para que lo disfrutara Ábalos. Además, mencionó otros pagos a varios dirigentes socialistas, incluyendo 15.000 euros al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y 50.000 euros al actual ministro de Política Territorial y expresidente canario, Ángel Víctor Torres. Pero también apuntó a otros funcionarios, como Carlos Moreno, jefe de gabinete de la ministra María Jesús Montero, para quien Koldo le pidió 25.000 euros. "Yo no soy el banco de España y os estáis pasando", dice que clamó ante las peticiones que recibía de Koldo García i Ábalos.
Relaciones con el Gobierno de Sánchez
Aldama no acusó directamente de corrupción a Pedro Sánchez, pero sí que hizo una declaración plagada de insinuaciones que sitúan al presidente español como conocedor de lo que estaba pasando en su círculo de confianza. Aldama afirmó que fue el presidente del Gobierno quien decidió que Koldo García se convirtiera en el asesor de José Luis Ábalos en el ministerio de Transportes. También aseguró que Sánchez lo invitó a un mitin del PSOE con el objetivo de agradecerle las gestiones que había hecho en México, y mencionó que el presidente le dijo: "Me tienen informado", en relación con su trabajo actuando como una especie de agregado comercial oficioso para un importante contrato ferroviario, conocido como "el tren Maya". Aldama también aseguró que la foto que los dos se hicieron en este mitin, y que publicó El Mundo, no fue casual, como asegura Sánchez, sino que fue el mismo presidente del gobierno quien quiso hacerse la foto en agradecimiento por los servicios prestados.
El viaje de Delcy Rodríguez
Aldama también hizo jugosas declaraciones sobre el viaje que hizo la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España, que tuvo lugar el 20 de enero del 2020. Aldama aseguró que fue la misma Delcy Rodríguez quien lo informó de las sanciones que la impedían entrar en Europa, unas sanciones impuestas por la Unión Europea que se aplicaron en junio del 2018 y que prohibían la entrada y tráfico a personas vinculadas al régimen de Nicolás Maduro en respuesta a la represión política y las violaciones de derechos humanos en Venezuela. Según Aldama, Ábalos le aseguró que no habría problema durante su visita y que, aunque "todo el mundo sabía que estaba sancionada", reveló que había una cena prevista con la vicepresidenta venezolana, a la que asistirían Pedro Sánchez y varios ministros, como Fernando Grande-Marlaska, José Luis Ábalos, Teresa Riera, María Jesús Montero y Salvador Illa. Afirma Aldama que la cena se tenía que celebrar en un chalet de la lujosa urbanización El Viso, de Madrid, que él mismo se encargó de gestionar. Aldama incluso explicó que él había intervenido en la preparación del viaje de Rodríguez y que había enviado una carta firmada por Ábalos en diciembre de 2019 para facilitar su visita. También dijo que el mismo Marlaska envió al CNI para revisar la casa donde se tenía que alojar la vicepresidenta. En cambio, Aldama negó los rumores que Rodríguez llevaba maletas con oro en el avión, asegurando que era una afirmación "ridícula" y que si el avión estuviera lleno de oro, "se caería".
Calviño, Ribera y Begoña Gómez
En su declaración, Aldama también aseguró que él estaba involucrado en las negociaciones para el rescate de Air Europa, y afirmó que con la entonces ministra de economía, Nadia Calviño tenía una comunicación directa, y que mantuvo reuniones con ella, la ministra de hacienda, María Jesús Montero y el ministro de Transportes, José Luís Ábalos, para asegurar un préstamo para la aerolínea. Aldama también mantuvo reuniones con otros ministros, como la vicepresidenta Teresa Ribera, encargada del Reto Demográfico, para tratar sobre un proyecto sobre la España vaciada, destinado a revitalizar pequeños pueblos en zonas despobladas. En una de estas reuniones, Aldama asegura que también estuvo presente Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez.
Pagos e infiltraciones en la Guardia Civil
Otra de las revelaciones de Aldama es el que lo relaciona con los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado, mencionando específicamente su relación con un comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, que según él le proporcionaba líneas de comunicación seguras para sus actividades ilícitas, a cambio de pagos en efectivo por estos servicios, en concreto, 2.000 euros en el mes. Villalba le proporcionaba teléfonos encriptados necesarios para mantener comunicaciones seguras con él y la Unidad Central Especial (UCE-2) de la Guardia Civil, que se especializa en terrorismo. Aldama justificó estos pagos asegurando que la Policía y la Guardia Civil no contaban con suficientes recursos para ejecutar su tarea. Lo más llamativo es que Aldama aseguró también que mantenía contactos con servicios secretos internacionales como la CIA y el MI6, con los que colaboraba con información sobre países como Venezuela, Colombia y México.