Tolo Moya, el exresponsable de comunicación de Esquerra Republicana señalado por la anterior dirección del partido en el caso de los carteles de los Maragall y el Alzhéimer y exculpado por la actual, ha fichado por la Diputación de Barcelona. Moya será asesor en la administración provincial, tal como adelanta el diario Ara este viernes y se puede corroborar en la web del ente. Concretamente, Moya estará adscrito al área de Presidencia, que ahora recae en Lluïsa Moret, la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y número dos del PSC. Desde de ERC se limitan a valorar que Moya tiene "currículum" y una trayectoria profesional "reconocida".

El experto en comunicación ya había trabajado previamente a la Diputación de Barcelona como asesor de ERC, si bien la anterior dirección del partido, encabezada por Marta Rovira, lo despidió por su supuesta responsabilidad en la acción de falsa bandera de los carteles y acusándolo de filtrar información sesgada en la prensa. Moya siempre ha defendido que él ha sido un "cabeza de turco" y ha apuntado a Rovira y a los exvicesecretarios de comunicación de la formación Sergi Sabrià y Marc Colomer como responsables últimos. Todo, en una estructura B para ejecutar estas acciones de propaganda sucia que el informe interno hacer bajo la anterior dirección, elaborado por Xavier Mombiela, descartó que existiera. Por el contrario, señalaba que existía una empresa con la que se trabajaba para hacer ciertas contracampañas.

La comisión de la verdad exculpa a Moya

La actual dirección, con Oriol Junqueras afianzado a la presidencia del partido, impulsó una 'comisión de la verdad' encabezada por el exdiputado y miembro de la cúpula Joan Tardà, que exculpó a Tolo Moya como último responsable y confirmó que sí que existía esta estructura B, apuntando a los vicesecretarios de comunicación. Según el informe de Tardà, la figura colgada en el puente de Sant Vicenç dels Horts también salió de dentro del partido como un ataque de falsa bandera. Este informe suscitó las críticas de la órbita de Marta Rovira y, de hecho, el expresident Pere Aragonès no asistió a la clausura del último congreso del partido en Martorell en señal de protesta.