Se ha seguido el ritual. A primera hora de la mañana, a las nueve en punto, los nuevos ministros del Gobierno prometían su cargo —ninguno de ellos lo ha jurado— delante del rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Ha sido una remodelación profunda y había muchas caras nuevas, que después han protagonizado una intensa mañana de traspaso de carteras. Muchos agradecimientos a Pedro Sánchez y los ministros salientes, muchas declaraciones de intenciones, pero hay un asunto que ha pasado absolutamente desapercibido, a pesar de las implicaciones. Esa patata caliente es Catalunya. Sigue siendo el elefante en la habitación.

Ni siquiera ha hablado de ello la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, la primera en protagonizar el cambio de carteras. La ha presentado el ministro saliente, Miquel Iceta, que ha reivindicado este ministerio como la "casa de los pactos", del "diálogo institucional sincero y leal con todos". Un ministerio que, ha admitido, no quería dejar, que le ha sabido muy mal porque le ha puesto muchas "horas e ilusión". Ha estado sólo seis meses. Pero Sánchez le ha apartado a Cultura y Deportes. Al menos ha celebrado dejar la cartera en manos de una persona que proviene del mundo local.

La exalcaldesa de Puertollano (Castilla-La Mancha) ha recogido brevemente el guante, para defender que "el acuerdo y el pacto siempre son una buena fórmula de trabajo" y que "nos hace sentir mejor que la permanente confrontación". Pero no ha pasado de aquí, centrándose sobre todo en el mundo local del cual proviene. Sobre la mesa tendrá asuntos candentes, como la negociación con la Generalitat del fondo del Tribunal de Cuentas, con la intención de evitar el recurso al Tribunal Constitucional. La nueva ministra, que también será portavoz del Gobierno, ha reivindicado la figura de predecesores socialistas, como Rosa Conde o Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sí se ha referido explícitamente Raquel Sánchez, la nueva ministra de Transportes: ""Soy socialista, soy ecologista y soy catalana; estas son mis credenciales". Ha recibido la cartera de manos del ministro saliente, José Luis Ábalos, uno de los grandes purgados en la remodelación hard de Pedro Sánchez. Es la segunda ministra del PSC y ha estado acompañada por el exministro y jefe de filas en el Parlament Salvador Illa. Sánchez ha asumido la nueva responsabilidad reivindicando un "modelo federal".

¿Dardo a Redondo?

Si Miquel Iceta no quería dejar Política Territorial, Félix Bolaños ha admitido que preferiría no ser ministro. "La de veces que me he alegrado de no ser ministro", ha ironizado el nuevo ministro de la Presidencia, que hasta ahora ha trabajado en la sombra. "Pero ni se puede pedir ni se puede rechazar", ha añadido después. Se ha leido como un dado a Iván Redondo, que según El País habría pedido esta misma cartera y acabó saliendo. Pero el mismo ministro lo ha desmentido después en una conversación informal con la prensa.

Bolaños ha asegurado que asume la nueva responsabilidad con "sentido de Estado" y ha prometido trabajar por una recuperación "justa", que llegue a todo el mundo, respondiendo con hechos a la "crispación" y a los "debates que no llevan a nada". Ha expresado "admiración, respeto, cariño y amistad" hacia la vicepresidenta saliente Carmen Calvo, de quien ha recibido la cartera.

La nota de color la ha puesto justamente Calvo, la gran purgada de esta remodelación, que ha dicho protagonizar "el traspaso más amoroso de la historia de la política española". También ha tenido un "agradecimiento infinito" hacia el presidente Pedro Sánchez. A este traspaso de cartera no ha faltado casi nadie, con gran parte de los ministros, incluyendo los de Podemos, e incluso el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Iceta ironiza sobre el deporte

Primero ha traspasado la cartera de Política Territorial y después Miquel Iceta ha asumido la de Cultura y Deportes de manos del ministro saliente José Manuel Rodríguez Uribes. En el primer ámbito, ha reivindicado todas las lenguas del Estado y aspotado por un "federalismo cultural". En el segundo ámbito, consciente de las burlas que se han hecho, ha ironizado que no ha dedicado una parte importante de su vida a practicar deporte, pero que esto no quiere decir que no pueda asumir esta cartera.

 

Ninguna mención de Ábalos a Sánchez

Según el entorno de José Luis Ábalos, no le ha sentado muy bien el relevo al frente del Ministerio de Transportes, que no se esperaba. Pero la realidad es que se encontraba en el punto de mira desde el fracaso de la operación de Murcia, que desembocó en unas elecciones y una contundente derrota también en la Comunidad de Madrid. Como síntoma, el ministro saliente ha pasado la cartera a la catalana Raquel Sánchez y no ha dedicado ni una sola palabra, tampoco de agradecimiento, al presidente Pedro Sánchez.