Toni Comín ha publicado esta mañana un comunicado en la cual se defiende de las informaciones aparecidas este viernes en La Vanguardia sobre la denuncia de un asesor de Junts por acoso psicológico y sexual ante el Comité Consultivo del Parlamento Europeo que investiga estos casos. Comín no quiso ofrecer su versión de los hechos cuando el rotativo le requirió, pero una vez publicada la información, ha hecho un extenso comunicado que ha difundido a través de la red X, en el cual niega "con toda rotundidad" haber ejercido "ningún acto de acoso ni maltrato laboral, psicológico o sexual sobre el autor de la denuncia". El exeurodiputado, que actualmente es candidato a presidir el Consell de la República, aunque está acusado de mala gestión económica cuando era vicepresidente de la entidad, y de haber cargado gastos no justificados, asegura que está estudiando emprender acciones legales ante "la gravedad y la falsedad de las acusaciones".
Comín está dispuesto a emprender "las acciones necesarias para demostrar mi honorabilidad, mi inocencia y la corrección de mi comportamiento en todo momento", y estas acciones pueden llegar hasta la justicia porque puede ser considerada constitutiva de un delito de odio por homofobia, es decir, un atentado contra mi integridad por motivo de mi orientación sexual". Comín también vincula esta "falsa denuncia" y las "otras falsas denuncias de las cuales he sido objeto últimamente", que todos los casos considera basadas en "hechos inventados o tergiversados", con la campaña electoral a la presidencia del Consell de la República iniciada el pasado 29 de enero.
Niega ningún vínculo legal ni autoridad laboral
Comín asegura en su comunicado que tiene plena confianza en la investigación del Comité Consultivo del Parlamento Europeo delante de la cual ha sido presentada la denuncia y está convencido que "esta investigación concluirá que no ha habido ningún tipo de acoso ni maltrato". El exeurodiputado asegura que el denunciante "no ha sido asistente mío" y que mientras ha ostentado el cargo en el Parlamento Europeo no ha tenido "ningún vínculo legal ni ninguna autoridad laboral" sobre él. Así, defiende que contrariamente a lo que explica la noticia, "nunca he tenido la potestad de despedirlo y ni siquiera he tenido la potestad de darle instrucciones o hacerle encargos laborales de obligado cumplimiento".
En el cuarto punto del comunicado, Comín explica que fue el denunciante quien le pidió poder colaborar con su equipo desde el 2018, cuando empezó su mandato en el Parlamento Europeo y que, "ante su insistencia", accedió a que participara "en las reuniones de coordinación semanales con mis asistentes y que me diera apoyo en aquella parte de mis actividades relacionadas con el ámbito de la salud". El exeurodiputado explica que el denunciante se incorporó a su equipo de campaña para las elecciones europeas del junio pasado "por petición propia y como voluntario".
Bromas y comentarios tergiversados
Lo que el denunciante considera un acoso por comentarios sexuales y tocamientos, Comín cree que están hechos son "bromas y comentarios más o menos oportunos, en el marco de una relación de confianza y de amistad construida durante el mandato", y apunta que los hechos a los cuales hace referencia la noticia "es completamente tergiversada". En este sentido, el exeurodiputado asegura que "nunca he invadido la intimidad del denunciante". Con respecto a un episodio que relata el denunciante cuando Comín utilizó su baño y su toalla de ducha, o que entró sin permiso en su habitación mientras se estaba vistiendo", Comín se justifica alegando que la casa de Paçà donde se instaló su equipo de campaña "solo tiene una ducha, a la cual solo se puede acceder a través de la habitación que escogió al denunciante. Por este motivo, las personas allí instaladas tuvimos que entrar y salir de la mencionada ducha a través de la habitación que él ocupaba".
Comín, que niega rotundamente ningún episodio de violencia física con ningún asesor del grupo de Junts en el Parlamento Europeo, también asegura que fue él quien prescindió de los servicios del denunciante, y no al revés, cuando empezó a configurar un nuevo equipo de asistentes por|para su nuevo mandato como eurodiputado, antes de que la presidenta del Parlamento Europeo dejara suspendes su incorporación en la cámara. "No consideré oportuno contar con el denunciante, por razones estrictamente profesionales, y por eso no le propuse si quería pasar a ser asistente mío de cara a este nuevo mandato".