El hasta ahora vicesecretario general de Unió, Antoni Font, ha solicitado su baja del partido ante la deriva ideológica de la dirección democratacristiana, a la cual cada vez ve más "distanciada" de los postulados que se impusieron en la consulta interna sobre el proceso soberanista del 14 de junio del 2015.
Font, que formalizó su solicitud de baja el miércoles de la semana pasada, justo después de que el eurodiputado Francesc Gambús anunciara también su adiós de Unió, había evitado hasta ahora hacer pública su decisión, porque no tiene "nada en contra de la gente que tiene el mando" del partido, según ha explicado.
Unió, en crisis
Es el dirigente más alto al escalafón que se ha dado de baja del partido desde que Unió implosionara hace un año, en vísperas de las elecciones catalanas del 27 de septiembre, cuando rompió la federación con Convergència.
Después de 24 años de militancia en las filas democratacristianas, buena parte de ellos ejerciendo de ninguno de gabinete de Josep Antoni Duran i Lleida, Font mantendrá su escaño como concejal independiente en el Ayuntamiento de Sabadell (Vallès Occidental) y no contempla llamar a la puerta de ningún otro partido: "Ahora mismo no hay ninguna alternativa en la que pueda encajar", ha asegurado.
El distanciamiento de Font con respecto a la cúpula de Unió empezó alrededor de las elecciones catalanas del 27 de septiembre, a las cuales los democratacristianos contribuyeron por primera vez en solitario con una candidatura encabezada por Ramon Espadaler, después de haber roto relaciones con sus antiguos socios de Convergència para no compartir su hoja de ruta hacia la independencia.
El distanciamiento del procés
Font fue uno de los miembros de la dirección que defendió el 'sí' en la consulta del 14 de junio del 2015, un referéndum interno en el que se preguntó a la militancia si estaba de acuerdo con seguir apoyando el proceso soberanista con una serie de condiciones.
El 'sí' oficialista se impuso, pero la consulta dividió Unió en dos mitades y el sector independentista, que abogó por el 'no' porque recelaba de las condiciones de la cúpula democratacristiana al proceso soberanista, se escindió en bloque, para acabar formando Demòcrates de Catalunya.
Font sigue defendiendo los criterios y las garantías que planteaba el 'sí' en la consulta del 14 de junio, pero en los últimos meses ha visto como los partidarios de distanciar cada vez más a Unió del proceso soberanista iban imponiéndose internamente.
"La mochila ideológica nos ha pesado demasiado", ha reflexionado Font, que sostenía un posicionamiento "más flexible", favorable a abrir las puertas a más sectores de la sociedad, no directamente relacionados con la democracia cristiana pero con puntos de coincidencia con el modelo de país y los principios nacionalistas que han caracterizado a Unió desde su fundación en 1931.
Este otoño, Unió tiene previsto celebrar un nuevo congreso, en lo que tendrá que renovar sus estructuras internas, aunque antes tendrá que resolver la situación de preconcurso de acreedores en que se encuentra actualmente.