La posibilidad de que el Tribunal Supremo ratifique la pena de inhabilitación del president, Quim Torra, ha protagonizado a penas la última parte de su discurso de apertura en el debate de política general que hoy se abre en el Parlamento, aunque ha marcado las casi dos horas de intervención. Torra ha cargado contra lo que ha descrito como la "venganza del Estado" y ha admitido la inestabilidad que puede provocar una inhabilitación en plena pandemia, pero no ha avanzado qué hará en caso de que el Supremo ratifique la sentencia del TSJC.
El president ha descrito esta como "una legislatura marcada por el círculo perfecto de la represión; empezaba con el presidente Rajoy impidiendo la elección del president Puigdemont y puede acabar con la destitución de otro con el gobierno de Sánchez e Iglesias. Empezamos de una manera y puede acabar exactamente igual", ha reprochado.
Ante esto, ha reivindicado el trabajo de su gobierno, ha subrayado los datos positivos conseguidos ante la pandemia del coronavirus, los cuales, según ha explicado, sitúan Catalunya en una de las mejores posiciones del Estado. "Precisamente la pandemia nos ha llevado a una mejor coordinación de este gobierno, que se ha activado como nunca por responder a las necesidades y urgencias que se han planteado", ha asegurado.
Ha admitido que hoy podría hablar "de las falsas propuestas de diálogo, de las trampas de la represión, de la persecución que vive la mayoría de la población por el solo hecho de defender un proyecto político determinado, de las personas honorables y pacíficas que están en prisión todavía casi tres años después; de las personas que no pueden volver a casa pero que son libres en el resto de Europa...". "Podría hablar hoy de muchas cosas más, pero no. Les he hablado del trabajo que ha hecho este gobierno, el que querría hacer todavía y de los proyectos de país. Hoy hablamos de la gestión. Nos sentimos orgullosos del trabajo que hemos hecho", ha remachado.
Por el contrario, Torra ha reprochado que mañana, en lugar de dedicarse a hacer su trabajo, tendrá que ir a Madrid porque "hay un estado instalado en la venganza". "¿En qué país de Europa hay un presidente pendiente de ser inhabilitado por haber puesto una pancarta pidiendo la libertad de expresión?", ha preguntado ante el hemiciclo medio vacío, para denunciar que un tribunal con todo un Estado detrás "cree que poner una pancarta es motivo de peso para hacer caer a un president de la Generalitat y provocar un periodo de instestabilidad en todo un país".
Covid-19
Este ha sido el punto final del discurso del president, que después de exponer la gestión de su gobierno a lo largo de este curso, ha dedicado el último capítulo de su intervención a describir la gestión de la pandemia y las emergencias sanitarias, sociales y educativas.
El president ha dado repaso de los datos, entre los cuales las 13.173 personas muertas. Ha recordado que esta cifra incluye todas las defunciones que ha habido en Catalunya, no sólo los muertos en hospitales, también residencias y domicilios. "Creemos que es la única manera de dar unos datos transparentes y urjo al Estado español a que haga lo mismo. Si en Catalunya han muerto 13.173 personas, en España han muerto más de 50.000 personas", ha advertido, contrastando esta cifra con los 30.000 en que cuantifica el Estado las muertes provocadas por la pandemia.
Torra ha dibujado la curva de la pandemia los últimos meses y ha explicado que el riesgo de rebote está hoy en 157, lejos de las cifras que se habían disparado en julio y agosto, pero también lejos del 100 que marcan los criterios internacionales. No obstante, ha contrastado este 157 de riesgo de rebote con el 500 de riesgo en Madrid. "Catalunya está en la quinta posición empezando por debajo en incidencia acumulada. Pero no es ningún consuelo", ha destacado.
Las escuelas no cerrarán
Ha advertido que el problema es "enorme" y ha reclamado "decisiones responsables". A partir de aquí, ha descrito las medidas llevadas a cabo por el Govern, entre las cuales, la compra de un millón y medio de dosis de vacuna contra la gripe o la política de cribados masivos de este verano, y ha dedicado especial atención a la situación en las escuelas.
Ha admitido que el riesgo 0 no existe, pero ha subrayado que la escuela es un entorno seguro, que se tienen que abrir y "no cerrarán en todo el curso". En caso de confinamiento parcial, seguirán abiertas, al igual que los servicios de comedor.
En este punto ha insistido en denunciar lo que ha descrito como un "agujero negro", en referencia a la conciliación familiar en el caso de los padres de hijos que tienen que hacer cuarentena. Ha recordado que el vicepresidente español, Pablo Iglesias, se había comprometido a regularlo y no lo ha hecho. "Les pido que nos ayuden, que presionen al Gobierno para regular estas bajas laborales," ha reclamado dirigiéndose a la oposición, para denunciar que la falta de acuerdo entre los dos socios de Gobierno ha dejado a estas familias en situación de "desamparo".
Emergencia económica y social
En cuanto a la respuesta a la emergencia social y económica provocada por el coronavirus, ha advertido que Catalunya hará "el déficit que haga falta" y ha reclamado los 30.000 millones de los fondos europeos que, según ha estimado, les corresponden. También en este punto ha pedido la colaboración e insistencia de la oposición, para que "lleguen el máximo de fondos europeos".
"Queremos administrar los recursos en Catalunya. Gestionar desde la proximidad. El principio de subsidiariedad es clave en los meses que vienen. Nos gustaría tener más herramientas, de hecho nos gustaría tenerlas todas"