El presidente del Govern, Quim Torra, y el vicepresidente, Pere Aragonès, dan por cerrada la crisis entre JxCat y ERC después de comer juntos, según han avanzado Catalunya Ràdio y RAC1.
[AMPLIACIÓ]: Segons ha pogut saber @CatalunyaRadio, a la reunió que van mantenir ahir @QuimTorraiPla i @perearagones va servir per reconduir la crisi per la suspensió temporal de diputats i conjurar-se per no repetir més topades. (1/2)
— El matí de CatRàdio (@maticatradio) 20 de juliol de 2018
La emisora pública explica que Torra y Aragonés establecieron un nuevo protocolo de relaciones y que pusieron las bases para solucionar el desacuerdo sobre la suspensión temporal de diputados que el magistrado Pablo Llarena reclama al Parlament.
En esta reunión, a la que también asistió la consellera Elsa Artadi, se acordó crear mecanismos de coordinación para evitar situaciones como la de esta semana. También se adoptaron medidas internas para mejorar la cohesión del ejecutivo de coalición.
El miércoles pasado, el presidente del Parlament, Roger Torrent, acordó con la Junta de Portaveus desconvocar el pleno hasta septiembre por las diferencias entre los dos partidos independentistas. JxCat quería dejar Puigdemont al margen de las suspensiones, pero ERC no estaba de acuerdo.
Torrent tomó la decisión de suspender el pleno después de una votación que evidenció la división entre JxCat y ERC. El vicepresidente primer Josep Costa votó en contra de la sustitución temporal, como lo hicieron los dos miembros de Ciutadans. Por el contrario, el secretario primer Eusebi Camdepadrós se abstuvo. Los dos miembros de ERC y el del PSC votaron a favor. Ante el empate, la propuesta decayó.
Amparándose en el informe de los letrados sobre el alcance del auto de Llarena, el acuerdo sometido a votación y decaído establecía que los diputados afectados por la suspensión automática "sean sustituidos por los miembros que designen sus respectivos grupos parlamentarios".
Acusaciones de mentir y de romper la confianza
Antes del encuentro entre Torra y Aragonès, los dos partidos llegaron a máximos de tensión. JxCat acusaba Roger Torrent de "saltarse un acuerdo" para mantener Carles Puigdemont al margen de las sustituciones temporales, y los republicanos contestaban que JxCat había "salido a mentir". El presidente del Grup Republicà, Sergi Sabrià, añadía que "se habían roto confianzas después de que se haya salido al atril a mentir de manera descarada".