El 131 president de la Generalitat, Quim Torra, se ha subido este miércoles a la tribuna del Parlament, dos días después de quedar inhabilitado como president y sin las atribuciones de diputado que ya había perdido el mes de enero, para denunciar de nuevo la represión del Estado y emplazar a los diputados a defender "con uñas y dientes" la soberanía de la Cámara.

El president ha acabado la intervención reclamando, como ya hizo en su discurso en la galería gótica del Palau de la Generalitat, que el próximo Parlament "sea fiel al mandato de la ciudadanía: o monarquía española o República Catalana".

Quim Torra durante la intervención ante el pleno / Sergi Alcàzar

Ha sido un pleno inédito, como se ha encargado de recordar la oposición que hasta el último instante ha intentado impedir que se celebrara. Se ha puesto en marcha pocas horas después de que el Govern aprobara el decreto de sustitución del presidente una vez ha constatado que el Gobierno español no estaba dispuesto a publicar el cese en el BOE como se hace ordinariamente.

El pleno no ha escapado a esta circunstancia. El vicepresident, Pere Aragonès, que ha asumido las funciones del president y ha intervenido en nombre del ejecutivo junto con la consellera Meritxell Budó, ha aprovechado su intervención para asegurar que "después de la inhabilitación del president Torra, no hay president".

Intervención breve

Torra, sin escaño, ha tenido que entrar directamente a la tribuna de oradores y ha abandonado el hemiciclo al acabar, mientras buena parte de su gobierno lo observaba desde la espacio reservado a público e invitados porque la pandemia de la Covid mantiene la mayor parte de los escaños vacíos.

El expresident ha protagonizado una intervención breve en que ha instado a no aceptar ni banalizar la situación en que se encuentra y ha denunciado un "golpe de Estado" contra las instituciones de Catalunya. "Aquello que no ganan en las urnas, lo eliminan en los tribunales, lo rehacen en las salas de audiencia", ha denunciado.

"Hasta las últimas consecuencias"

Todo ello quedará en manos, ha dicho, de los tribunales europeos. No obstante, ha añadido que también existe otra "batalla" que se libra entre las paredes de la Cámara. "Hay un deber que hay que cumplir también como representantes del pueblo de Catalunya y es un deber que entiende de ideologías, partidos o proyectos nacionales. Es el deber de defender con uñas y dientes, hasta las últimas consecuencias, la democracia, la soberanía de las catalanas y los catalanes, que es representada y tendría que ser ejercida en este Parlament," ha advertido.

Al empezar la intervención, Torra había recordado que ya advirtió contra la represión del Estado el mes de enero cuando intentaba defender su escaño a raíz de la condena de inhabilitación del TSJC, y cuándo finalmente la Mesa le retiró el acta de diputado. Al acabar ha vuelto, para a recordar a los diputados que los escaños no les pertenecen, sino que son un encargo directo de los ciudadanos, y que con con su inhabilitación se ha alterado la representación de más de cuatro millones trescientos mil ciudadanos, por lo cual, ha alertado que se trata de un "escándalo de dimensiones colosales que se añade a una larga lista de irregularidades".

Ha advertido que esta situación no se puede normalizar, que todos los proyectos tienen que ser políticamente realizables, que no es aceptable derrocar a un gobierno por una pancarta, y que España tiene que entender que "no puede sustituir la voluntad popular por la voluntad de hacer prevalecer siempre la sagrada unidad de la patria española, que es una idea caduca e impuesta, decimonónica."

"Vergüenza!"

El expresident ha tenido también una contundente referencia a la oposición. "Vergüenza para los que lleváis la libre expresión de los diputados a la justicia, vergüenza," ha exclamado dirigiéndose al responsable del grupo de Ciutadans, Carlos Carrizosa. El diputado naranja ha replicado poco después a las palabras de Torra, cargando contra el ejecutivo. Torra, sin embargo, no ha podido seguir la intervención porque ya se había marchado.

También ha dedicado una observación sarcástica al primer secretario del PSC, Miquel Iceta: "Me he de disculpar con Iceta, dije que llevaba 30 años al servicio de la política. Lleva 40, sirviéndose de la política". El dirigente socialista no le ha podido escuchar porque tal y como anunció, no se ha presentado en el pleno.

"Empecé el mandato siendo un president sin gobierno y la legislatura se acaba con un Gobierno sin president. Me parece que es una imagen bien clara de la situación completamente extraodinaria, absolutamente surrealista y kafkiana que vivimos", ha sintetizado.

Diputados de JxCat han acompañado Torra a la salida del hemiciclo / Sergi Alcàzar

Al acabar, el president ha abandonado el hemiciclo y el presidente del Parlament ha levantado unos minutos el pleno, como se hace habitualmente con los debates monográficos, lo cual han aprovechado los diputados de JxCat para acompañar con aplausos a Torra en la salida por la escalera noble de la Cámara y hasta la puerta.