¿Qué fuerza tiene el Gobierno para negociar nada? ¿Si le hemos regalado al estado dos años, qué conseguiremos con la mesa de diálogo? Estas han sido algunas de las preguntas que ha formulado el presidente Quim Torra con respecto a la efectividad que puede tener la vía del diálogo con el gobierno de Pedro Sánchez. Según él, la posición de la parte catalana no es lo bastante contundente. ¿Su propuesta? "un salto colectivo". Según él, la clave está en la movilización masiva. "Sólo proclamando la república y defendiéndola en la calle, saldremos adelante", ha insistido.

Así lo ha declarado durante su intervención al acto Les institucions i Catalunya, dentro de la edición de este año de la Universitat Catalana d'Estiu en Prada (Conflent), en la cual también ha participado la presidenta del Parlament Laura Borràs.

Lamenta no haber "aprovechado" el 1-O

En este sentido, ha lamentado no haber aprovechado lo suficiente el resultado del referéndum del 1-O, una fecha de máximo "empoderamiento popular": "Si hubiéramos proclamado la independencia el 3-O, estaríamos en una situación bien diferente", ha opinado Torra.

Es más, ha comparado esta fecha con la proclamación de la república el año 1931: "La diferencia entre el 14 de abril y el 1 de octubre es que el segundo todos nos pusimos de acuerdo de tirarlo adelante", ha señalado.

"Es una tendencia de algunos catalanes de pensar que la solución catalana irá ligada a la española. La historia demuestra que eso no pasará nunca", ha criticado.

"Un momento de confusión"

En un discurso lleno de escepticismo hacia los movimientos impulsados por ERC sobre cómo culminar el proceso soberanista, el presidente ha asegurado que Catalunya se encuentra en "un momento de confusión, y uno de los elementos que lo provoca es, precisamente la mesa de diálogo".

Su apuesta es clara, "o negociamos el referéndum, o proclamo la independencia. Esta tiene que ser la base de la mesa", una mesa que, según él, ni siquiera se tendría que producir.

 

"Catalunya no está en condiciones de sentarse en la mesa"

"Catalunya no está en condiciones de sentarse en una mesa de diálogo si ni siquiera conoce su metodología. El independentismo ahora no se lo puede permitir. Normalizar esta situación normaliza un estado de dependencia con el Estado español", ha continuado. Con todo, considera que, aunque, en este momento, "somos fuertes en las urnas", "estamos en un momento de más debilidad que nunca".

 

El presidente Quim Torra al lado de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, durante su intervención al UCE 2021 / UCE

Contra el sistema autonómico

Por otra parte, Torra ha mostrado un firme rechazo contra el sistema autonómico dado que se trata "de una estructura que dificulta el paso que tenemos que dar como nación para alcanzar la independencia".

"Es un monstruo burocrático con centenares de funcionarios y un entramado de jueces y leyes", ha clamado. "En estos momentos, junto con el miedo y la represión, este sistema es una dificultad para conseguir la autodeterminación".

Descarta el diálogo

Su postura con respecto a la posible negociación con los de Sánchez es totalmente pesimista. Según él, "no hay ninguna otra salida posible con el Estado español", una afirmación que ha justificado recordando la primera reunión de la mesa que él mismo presidió: "El gobierno más progresista de la historia nos dejó claro que nunca negociarán el derecho a autodeterminación de Catalunya".

 

Relaciones entra la ciudadanía y las instituciones

Y es que, tal como ha señalado, el año 2015 ya se empujó uno "un proceso democrático exquisito" hacia la autodeterminación, que no resultó.

Llegado este punto, ha hecho un llamamiento a todo el movimiento independentista a "exigir un programa concreto sobre cómo se tiene que llegar a la independencia" y, así, conseguir a uno "juego de presiones y contrapresiones por parte de la ciudadanía y las instituciones".

Una relación en la cual se tiene que trabajar exhaustivamente, a fin de que los organismos que conforman el Govern materialicen la voluntad de la población. Con respecto a esta cuestión, él mismo ha admitido que "pasó toda la presidencia sufriendo por no cumplir lo que me había pedido a la gente".

 

Una mirada al pasado de Catalunya

Finalmente, Torra ha querido recordar altos cargos de la Generalitat a lo largo de los años. Uno de ellos, el presidente del Parlamento Heribert Barrera, "que votó que no en la Constitución porque no incluía la autodeterminación". No solo ha hecho alusión directa a ellos, sino que también sobre cómo los partidos actuales tratan su legado: "El entorno de Acció Catalana, como parte de ERC, hace que Macià se eche atrás el 14 de abril de 1931", ha lamentado.

 

 

El presidente Quim Torra al acto de Les institucions i Catalunya, dentro de la edición de este año de la Universitat Catalana d'Estiu / UCE