El president Quim Torra ha advertido esta mañana desde la tribuna del Parlament que la obligación de los grupos independentistas, a pesar de las amenazas del Estado y las advertencias del TC, es "fijar las vías para concretar el ejercicio del derecho de autodeterminación". "Esta legislatura, si entre todos los partidos y organizaciones lo hacemos posible, tenemos que poder finalizarla validando la independencia. Esta es mi propuesta para un país que siempre está y que no deja nunca de demostrar su determinación y constancia", ha proclamado Torra, que ha insistido que debe haber una nueva votación sobre autodeterminación.

El anuncio del president, que esta mañana protagonizaba una comparecencia a raíz de la sentencia del procés, ha sorprendido incluso a los escaños independentistas. No habían sido informados de su intención ni la mayor parte de los miembros del grupo de JxCat, ni los de ERC, ni la CUP. Solo la conocía su entorno más cercano. 

"Estamos en una situación triste y penosa. Un Estado que se dice de derecho que vulnera los derechos. Siempre he dicho que haría mi propuesta, dije que esta legislatura iría de la restitución a la constitución", ha evocado.

Torra se ha referido a una vía internacional y dos herramientas. En primer lugar, seguir la vía de la internacionalización, con el Consell per la República y el president Carles Puigdemont al frente. Por lo que respecta a las herramientas, se ha referido a un motor, que tienen que ser el presupuestos —"nos hace falta este presupuesto para avanzar y hacer avanzar a todo el mundo"—, pero también el debate constituyente que está en marcha —"tiene un nivel de participación altísimo"— además de la resolución sobre un gran acuerdo de país sobre el derecho a la autodeterminación y la amnistía aprobado en el Parlament por mayoría absoluta. "Hace falta que sigamos adelante y no dejarnos intimidar", ha reclamado.

Torra ha advertido que el independentismo no puede no estar a la altura ni continuar en "esta jaula que no dejar de añadir barrotes".

A lo largo de la intervención ha reclamado repetidamente serenidad, firmeza, autodeterminación y no violencia. "Tenemos que vivir en la verdad y no en los miedos y las amenazas. Ayer se produjo un hecho gravísimo: varias resoluciones fueron suspendidas por el TC", ha recordado mostrando el requerimiento que le ha enviado el Tribunal advirtiéndolo de la obligación de evitar cualquier iniciativa que despliegue la resolución suspendida.

"Tenemos que vivir en la verdad, y la verdad es que en esta Cámara volveremos a hablar, debatir, sobre el derecho a la autodeterminación, y ningún tribunal impedirá a este president impulsar cualquiera incitativa que considere necesaria sobre este derecho", ha advertido además de llamar al resto de diputados a reaccionar ante esta advertencia: "No nos pueden vencer los miedos ni las amenazas. Con la dignidad de Catalunya no se juega".

El president ha querido dar un tono solemne a su intervención para denunciar que la del procés es una sentencia que "entierra los fundamentos del derecho durante mucho tiempo" y ha tenido un "coste enorme" para la democracia española". Ha subrayado que hablaba con consternación e indignación: "Este es un momento grave para el país".

Desde los escaños de Ciutadadanos los diputados naranjas lucían camisetas con el símbolo del partido, un corazón con las banderas catalana, española y europea.

"¿Qué dirá de nosotros un historiador cuando en unos años lea este diario de sesiones?", se ha preguntado el president levantando rumor irónico entre los escaños de la oposición y un "que os lo merecéis" desde el público.

 

Ha advertido que los tribunales europeos demostrarán que el juicio fue una escenificación para una sentencia que ya estaba escrita, pero "aunque se acabe haciendo justicia, el daño ya se habrá hecho". "No hay ningún proyecto político, por legítimo que sea, que merezca encerrar a alguien en la prisión para ganar. Es más, cuando encierran en la prisión el adversario, pierden la legitimidad", ha sentenciado.

"Pues no, no aceptamos la sentencia de la ignominia", ha remachado, después de denunciar que vulnera el derecho a la libertad, el derecho de reunión, manifestación y expresión.

Torra, que ha denunciado la detención de los CDR y el depliegue de la policía estatal en Catalunya, ha apelado "de nuevo al presidente Sánchez a encarar el conflicto como lo hacen las democracias, hablando y negociando". Ha advertido que si los líderes independentistas han sido condenados él también es culpable, por lo cual ha anunciado a sus compañeros que ha decidido autoinculparse.

El presidente ha reiterado el llamamiento a la calma y la condena a la violencia, como hizo ayer por la madrugada a través de una declaración institucional; ha reprochado que hay grupos de la Cámara que no han condenado la violencia del 1-O y ha reclamado que no se dé lecciones al independentismo. "Somos gente de paz y rehusamos cualquier brote de violencia", ha insistido, además de reclamar que se aísle a los violentos para llegar al fondo de esta cuestión. No obstante, ha reclamado que nadie quiera criminalizar la desobediencia civil, un camino legítimo que, ha recordado, utilizó Gandhi o Rosa Parks.