El presidente Quim Torra ha respondido con contundencia un tuit sobre la inmersión lingüística al actual concejal del Ayuntamiento de Barcelona y exprimer ministro francés, Manuel Valls. En el tuit, Torra recuerda en Valls a sus "antepasados" catalanes, aludiendo a su padre barcelonés, Xavier Valls, y denuncia su actitud "perversa" hacia las diversas lenguas que se hablan en Francia.
Renegar de uno mismo
En el tuit original, el concejal de Barcelona pel Canvi celebra que el Tribunal Constitucional francés haya decidido tumbar la ley de inmersión lingüística: "Es lógica, coherente y una buena noticia para la República". A pesar de ser un comentario incendiario, no se aleja de su línea de política jacobina. De hecho, la celebración de Valls imita la de los 60 diputados del actual presidente francés, Emmanuel Macron, que llevaron la ley innovadora al Constitucional de París.
Por su parte, Torra ha lamentado la persecución de las lenguas minorizadas, uno hecho todavía más grave cuando se trata de un actor político con tanta resonancia y descendencia catalana, una lengua que él mismo habla, hecho que denota "odio cabe en uno mismo".
El TC, en contra la diversidad lingüística
Inmediatamente después, Valls ha querido rematar la jugada tuitant de nuevo: "La lengua de la República es el francés", parafraseando el artículo 2 de su Constitución. De hecho, a la sentencia, el TC argumentó que, aunque el artículo 75.1 de la constitución dice que "las lenguas regionales son parte del patrimonio de Francia", la protección de estas lenguas se tiene que subyugar siempre en el artículo 2 mencionado anteriormente.
Más concretamente, el Tribunal Constitucional francés ha tumbado dos artículos nucleares de la ley que protege y promueve las lenguas regionales minoritarias del país, como el catalán, el vasco, el corso o el bretón. Esta ley, conocida como la ley Molac, por el diputado bretón que la impulsó, Paul Molac, se aprobó el pasado 8 de abril a la Asamblea Nacional Francesa por 247 votos a favor y 76 en contra.
Ahora, este organismo ha considerado inconstitucional el artículo 4 de la nueva ley, que recoge la posibilidad de una inmersión lingüística en las escuelas en la lengua dicha regional, y el artículo 9, que permite poner a los nombres y apellidos las grafías que no existen en francés.