Aunque Quim Torra y Pedro Sánchez se han intercambiado un par de whatsaps este verano, con la reanudación del curso político, se ha hecho evidente que la distancia entre los dos presidentes mantiene dimensiones estratosféricas. Ni el diálogo ni los whatsapps han servido para acercar posiciones. Ni siquiera han conseguido situar a los dos políticos en la misma pantalla, según se podría desprender de las declaraciones que han protagonizado este lunes. El president de la Generalitat defiende la vigencia del 1-O y su voluntad de llegar "hasta el final", mientras el jefe del ejecutivo español ofrece un referéndum "sobre el autogobierno". Dos discursos en dos dimensiones paralelas.
A pesar de todo, Torra insistirá en sistematizar este martes su propuesta, su plan. Lo hará desde el Teatro Nacional de Catatalunya y con la solemnidad que los responsables políticos catalanes han querido otogar los últimos años a estas intervenciones en apariciones que superan el alcance de los atriles oficiales.
Ya no se habla de hoja de ruta, porque visto el resultado la palabra ha quedado expulsada de la nomenclatura independentista, sin embargo, tampoco se hablará de plazos. El objetivo del president es replicar a las voces que le reprochan que su Govern no tiene un objetivo claro pero evitar que el calendario se convierta en una trampa. Este lunes, Torra ha desgranado públicamente algunas de las propuestas que expondrá, muchas de las cuales había ido dosificando en las numerosas apariciones estivales que ha protagonizado durante el mes de agosto.
El president insistirá en que el 1-O se mantiene vigente y que no tiene marcha atrás, pero también en la idea de no aceptar una sentencia condenatoria contra los presos políticos, ante la cual reclamará una respuesta del Parlament. "Llegaré hasta el final, mi único límite es el Parlament de Catalunya, el único al cual debo lealtad", aseguraba este lunes en declaraciones a TV3. Igualmente reclamará una respuesta de la sociedad catalana porque "están en juego nuestros derechos civiles, nuestros derechos como nación y el derecho a la autodeterminación".
El discurso de Torra tendrá también como destinatario el gobierno español. El president advierte que si Sánchez quiere realmente una nueva era de relaciones entre los Catalunya y España tienen que ser capaces de hablar "con todos los riesgos y todas las consecuencia". Y esta será su exigencia.
No obstante, la réplica al discurso del president la adelantó también este lunes el mismo Sánchez, sin necesidad de escuchar su propuesta. A la misma hora que Torra intervenía en TV3, Sánchez dejaba claro en una entrevista a la SER que los riesgos que está dispuesto a asumir son muy limitados. Su propuesta es conseguir pactar un referéndum, pero no sobre la autodeterminación, sino sobre el autogobierno. "Cuando hablamos de autogobierno, hablamos de un nuevo Estatuto", ha aclarado acto seguido por si alguien había perdido el matiz. De hecho, Sánchez no ha dudado a insistir de nuevo en que en caso de que haga falta volverá a aplicar el 155.
La propuesta del presidente español ha recibido la réplica tanto de JxCat como de ERC. Mientras la consellera de Presidència, Elsa Artadi, ha dejado claro que se trata de una "pantalla pasada hace muchos años en un referéndum que no se respetó", la republicana Marta Vilalta reclamaba coraje a Sánchez y aseguraba que no se han hecho las movilizaciones de los últimos años "por más autogobierno o un nuevo Estatut". "Lo que reclama la población es llevar a votación la cuestión de fondo, el derecho a la autodeterminación, en la cual Catalunya se convierta un país independiente, es sobre esta cuestión que reclamamos una solución", advertía Vilalta.
Este martes, a partir de las siete de la noche, Torra tendrá oportunidad de dibujar los ejes de su propuesta y las líneas rojas que no está dispuesto a aceptar. Será el inicio formal del curso que se prepara para un largo rosario de aniversarios que esperan respuesta.