El president, Quim Torra, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y todo el Govern de la Generalitat han acudido este 1-O a Sant Julià de Ramis, el municipio donde tenía que votar Carles Puigdemont el día del referéndum y donde la policía protagonizó una de las cargas más contundentes. Mientras por todo el país los CDR protagonizaban actos de protesta, el Govern ha oído en Sant Julià un manifiesto de los comités y el grito insistente de los presentes: "El pueblo decide, el Govern obedece". "Amigos de los CDR, que apretáis y hacéis bien en apretar", les ha dicho Torra saludándolos al tomar la palabra.
Durante su parlamento, el president ha insistido, como está reiterando los últimos días, en reclamar que se recupere "aquella determinación y la misma voluntad" que hizo posible el 1-O; y ha emplazado a afrontar las semanas y los meses que tienen que venir "sin ningún miedo de ser libres" y con los valores de solidaridad y fraternidad. "O libertad o libertad", ha reiterado.
Se ha referido a los juicios contra los presos políticos y ha lanzado una apelación directa a la "conciencia de los catalanes", para saber si aceptarán o no aquella sentencia. "Porque no podemos aceptar que votar sea un delito", ha subrayado.
Desobediencia masiva
No obstante, el manifiesto que previamente han leído el CDR iba más allá. "Ni un paso atrás con el chantaje cobarde que hace al Estado español con nuestros rehenes. Nuestro horizonte es la República catalana y no nos conformaremos con menos", se advertía en el texto.
El manifiesto describe el 1-O, y las jornadas que lo precedieron, como el acto "de soberanía popular y desobediencia masiva más grande que ha realizado nunca este pueblo".
"Reivindicamos la desobediencia civil como única manera de avanzar hacia la plena soberanía. Desde aquí constatamos que el pueblo no retrocede y que necesitamos construir una estrategia colectiva entre todos con el fin de alcanzar nuestros anhelos de libertad", se reclama, además de exigir "una institución que tome como modelo la firmeza y dignidad demostrada por la sociedad organizada".
Torrent: "Firmeza y determinación"
Antes de la intervención de Torra ha sido el presidente del Parlament quien ha tomado la palabra para asegurar que "aquel día las porras se llevaron las urnas, pero hicieron crecer la dignidad colectiva". "Todo lo que hicimos aquel día nos enseña cómo tenemos que caminar. Nunca renunciaremos al 1-O", ha asegurado a la vez que emplazaba al independentismo a conjurarse de nuevo con "firmeza y determinación".
Las intervenciones se han realizado desde un escenario instalado delante del polideportivo de Sant Julià. La fila cero estaba vacía y encima de las sillas se han depositado fotografías de los políticos y activistas encarcelados y exiliados. El Govern ocupaba la segunda fila. Desde allí han asistido a la actuación de dansaires, castellers y trabucaires y a una recreación de la llegada de las urnas a Sant Julià. Mientras el Govern se marchaba se han oído gritos de "Buch dimisión", dirigidos al conseller de Interior.
Reunión del Gobierno
Al acabar el acto, el Govern ha celebrado su reunión semanal en el Ayuntamiento de Sant Julià de Ramis y, al acabar, el president ha leído un manifiesto delante del Consistorio y rodeado de los miembros del Govern. "Vivimos una situación de gravedad absoluta", ha asegurado recordando el encarcelamiento de los políticos y activistas independentistas y las investigaciones abiertas contra miles de ciudadanos.
Unas decenas de personas concentradas han recibido a los miembros del ejecutivo de nuevo al grito de "el pueblo manda, el Govern obedece".
Torra ha exigido la puesta en libertad de los encarcelados en prisión preventiva, "como una especie de condena sin juicio ni garantías"; el retorno de los exiliados; el archivamiento de la "causa general contra el independentismo y la libertad de expresión", y el respeto escrupuloso a los principios más básicos de la democracia.
"Este gobierno reitera su compromiso con el mandato democrático del 1-O y el apoyo absoluto a todos los represaliados por haber defendido el principio democrático fundamental de la autodeterminación", ha asegurado además de garantizar que este es un compromiso que mantendrán "siempre", "por respeto a los hechos ocurridos hace un año, por voluntad de servicio a la ciudadanía del país y porque la democracia y la libertad serán siempre la bandera de Catalunya".
"Este gobierno se declara orgulloso de un pueblo maduro que actúa democráticamente y de manera no violenta para defender unos derechos que no tendrían que ser cuestionados en la Europa del s. XXI", ha leído.
"El 1-O es y será siempre el día que el pueblo de Catalunya demostró su compromiso con la democracia y la libertad. Fue la democracia en estado puro, derrotando el miedo, la amenaza y la violencia", ha asegurado.
La declaración del Govern ha empezado denunciando que hoy hace un año el gobierno español reprimía derechos básicos como el de autodeterminación y expresión, lo cual no impidió que más de dos millones de personas votaran en el referéndum, incluido personas que quisieron votar 'no', arriesgándose a ser golpeados.