¿Qué ha querido decir el President Quim Torra al proponer el ejemplo de la "vía eslovena" a la independencia? Ya hace tres días de su comentario y ningún periodista –que se sepa– le ha hecho esta pregunta directamente, aunque se han presentado oportunidades de hacerlo tanto en Liubliana como en Bruselas y Barcelona. En ausencia de la pregunta, el silencio presidencial deja espacio a dos interpretaciones.

Una, Torra se refería –quizás inoportuna o confusamente– a la determinación y empeño con que los eslovenos consiguieron la separación de Yugoslavia. Primero, un referéndum (unilateral) en diciembre de 1990: un 90,3% de participación, el 88,2% de los 1,5 millones de votantes dijeron sí a la secesión. Después, el parlamento esloveno esperó seis meses antes de proclamar la independencia (unilateral), y aun la suspendió otros tres meses más, tras diez días de combates entre el ejército federal, que invadió Eslovenia (en la foto), y las autodefensas locales –gracias a la mediación de la entonces Comunidad Europea. Al cabo de esta segunda moratoria, en vista del silencio de Belgrado, varios países –Alemania, Suecia e Islandia los primeros– reconocieron al nuevo estado esloveno (en forma de república).

La segunda interpretación de las palabras de Torra –quizás inoportunas o confusas– sobre la "vía eslovena" es que el President desea una independencia con violencia y muertes –porque en los mencionados combates en Eslovenia, conocidos como Guerra de los Diez Días, murió un centenar de personas. Por lo tanto –¡está clarísimo!– si te gusta la "vía eslovena", te gustan la guerra y los muertos.

Los diarios, sobre todo La Vanguardia y El País, a falta de preguntárselo, han elegido entender a Torra por la segunda interpretación porque, como todo el mundo sabe, este hombre es muy de guerra y sangre, como ha demostrado en toda su vida de fanático inconsciente. Para llegar hasta aquí es necesario omitir que los combates los inició el gobierno federal de Belgrado, dominado entonces por Serbia. Es un salto muy grande, pero es lo que hacen esos diarios. De aquí a insinuar que esta pulsión por la secesión violenta, por la barbarie bélica, es el rasgo que define al movimiento independentista en Catalunya –todo el mundo lo sabe– va un paso. Sin ir más lejos, fíjate en los CDR, que ayer domingo levantaron los peajes de las autopistas en plena operación retorno. Clavado a lo que pasó en la Guerra de los Diez Días, en Eslovenia.

Encima, el sanguinario, belicoso y violento Torra se va a ayunar a Montserrat dos días, que es la típica actitud sanguinaria, belicosa y violenta que sale en todos los manuales de actitudes sanguinarias, belicosas y violentas. Es la prueba definitiva. Está muy claro qué quería decir el President al proponer la "vía eslovena" a la independencia. Hay que estar ciego para no verlo.

(Aquí debajo tienes las restantes portadas de este lunes. Es muy graciosa la de ABC, que titula "Sólo fútbol" para presentar como una fabulosa hazaña, tipo el desembarco de Normandía, que la final de la Copa Libertadores de fútbol, disputada en Madrid, haya acabado sin violencia apreciable. Parece que quieren enviarte un mensaje. Por ejemplo, que la policía española sí que sabe. Si la dejaran... ya verían estos de los CDR, ya).

Eso sí, de la huelga de hambre de Jordi Sànchez, Jordi Turull, Quim Forn y Josep Rull, ni una línea.