El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha asegurado que es "absurdo" que Europa se bunquerice y ha reclamado que Catalunya pueda tener competencias para acoger y "contribuir a solucionar un reto que irá además".
Desde la valla de Idomeni, que se convirtió en la ratonera de miles de refugiados cuando Macedonia cerró fronteras, el presidente del Parlamento ha instado a los estados miembros a "afrontar la realidad" y se ha preguntado cómo puede ser que "permitan" situaciones como la que viven los campos de Grecia, y la que hace tres años tuvo Idomeni como epicentro.
Delante de eso, Torrent ha asegurado que "aquello que quiere la mayoría de la sociedad catalana" es poder acoger, recordando iniciativas como la moción de la semana pasada en el Parlamento. Durante el segundo día de viaje a Grecia, Torrent también ha entrado en el campo de Nea Kabala, dónde malviven 1.200 refugiados –sobre todo, sirios y afganos- y se ha reunido con la ONG catalana Open Cultural Center.
El presidente del Parlamento ha cerrado el viaje a Grecia yendo hasta la valla de Idomeni, que la separa de Macedonia. Allí, Torrent ha subrayado que las alambradas son el símbolo de "la Europa fortaleza que intenta cerrarse a todos los flujos migratorios". El presidente ha dicho que esta política es "un absurdo" y que los estados miembros no pueden dar la espalda a una realidad "estructural" que irá además. Para que a los refugiados que huyen de la guerra y en aquellos que migran por motivos económicos, se sumarán en unos años aquellos que verán abocados por el cambio climático.
¿"Cómo puede ser que Europa permita esta realidad desde el punto de vista social, moral y político?", se ha preguntado Torrent. ¿"Que mueran personas en el Mediterráneo o malvivan en campos de refugiados"?, ha añadido.
Por eso, el presidente del Parlamento ha instado la Unión a afrontar la crisis de los refugiados y ha dicho que, precisamente, "desde Catalunya queremos ayudar y contribuir en la solución de este reto". Y aquí, Torrent ha reclamado que Catalunya "tenga competencias para poder acoger, cómo recogen las sentencias del Tribunal Constitucional y el Supremo" y ha recordado que, desde el Parlamento, ya se han hecho propuestas para avanzar en esta línea. Entre las cuales, la moción que se aprobó pidiendo que se abran vías "legales y seguras" para los refugiados.
Nea Kabala, más de un millar de refugiados
Por la mañana, Torrent ha ido hasta el campo de refugiados de Nea Kabala, situado a poca distancia del pueblo de Polykastro. Lo ha hecho acompañado de miembros de la ONG catalana Open Cultural Center. En el campo de Nea Kabala malviven más de un millar de refugiados –la mayoría, sirios y afganos- mientras esperan que se desencallen unas solicitudes de asilo que pueden no llegar.
Aquí, parece que el tiempo se haya detenido. El campo se ha montado allí donde antes había un aeropuerto militar, y toda la pista de despegue ahora la ocupan módulos –semejantes a contenedores- que acogen parte de los refugiados. El resto, viven en tiendas en otro lado del campo. Los del primer grupo reciben una ayuda, que gestiona a la Cruz Roja, de 150 euros en el mes; a los que viven en tiendas, esta cantidad se les reduce hasta los 90 euros, si bien el ejército los mujer comer. La mayoría de los días, sin embargo, es tan sólo arroz que guardan como pueden dentro de la tienda.
Acompañado de los miembros de la ONG, Torrent se ha interesado por la situación de los migrantes. Al lado de una de las tiendas, ha hablado con un grupo de afganos que le han relatado cómo llegaron a Grecia huyendo de la guerra. Uno de ellos es Said Assan Usiani, que lamentaba que después de huir del conflicto, ahora malvive en la miseria en tierra de nadie.
En su lado, Mohammad Mousa Nawabi asentía con la cabeza. Cuando escribe su nombre en un papel, debajo pone 'T-17'. Es el número de la tienda donde hace más de un año que está con su hijo enfermo. Sus dos hijas todavía están en Afganistán. En el país, él trabajaba de profesor de instituto, y llegó a Grecia huyendo de la guerra. "Las condiciones aquí son muy malas; he pedido ayuda muchas veces pero se me han sacado del encima", explica resignado.
"La gente está atrapada porque Europa quiere"
La ONG catalana Open Cultural Center atiende a los refugiados del campo de Nea Kabala y los 300 que viven en pisos en Polykastro y municipios de los alrededores. En el pueblo, la entidad tiene tres locales alquilados que han convertido en un espacio para niños, un centro social-cafetería y un aulario.
Para los refugiados de Nea Kabala, sin embargo, llegar les supone tener que andar más de una hora. Por eso, la ONG los lleva con vehículos y también han montado un servicio de bicicletas. El portavoz de la entidad, Dídac Guillamet, lamenta que "la gente está atrapada porque Europa quiere" y reclama que se cambien las normativas para evitar que los demandantes de asilo tengan que llegar a esperarse hasta cuatro años para saber si se los mujer la solicitud.
Open Cultural Center tiene una veintena de integrantes, la mitad de los cuales son precisamente refugiados de Nea Kabala. El resto son voluntarios o estudiantes en prácticas. Entre otros, cada semana hacen un programa de terapia psicosocial para ayudar a los migrantes a afrontar el aprieto que les ha tocado vivir en Grecia.
"Los catalanes queremos acoger"
Durante su viaje, el presidente del Parlamento también se ha reunido con varios refugiados en el local que tiene a la ONG a Polykastro y que funciona como centro social. Allí, ha escuchado sus situaciones personales y los ha dicho que, desde Catalunya exigirán al Estado tener competencias para acoger "porque la mayoría de la sociedad catalana lo quiere".
Torrent también ha insistido en la necesidad de que se abra una vía legal y segura para los refugiados que llegan a través del Mediterráneo (en la línea de la moción que aprobó la Cámara Catalana) y ha reclamado al ejecutivo estatal que cumpla las cuotas de acogida de refugiados a que se comprometió. "De los 4.000 que tenían que llegar, tan sólo lo han hecho 900", ha subrayado.
Por último, Torrent ha reiterado que la crisis de los refugiados se convertirá en una "situación estructural" y que hay que buscar soluciones. Porque en aquellos que huyen de zonas en conflicto, y en los migrantes que buscan una vida mejor, dentro de unos años también se añadirán aquellos consecuencia del cambio climático.