Con una fecha sin concretar para volver a celebrar una mesa de diálogo, ahora, desde Esquerra se pone el acento también en el contenido. El conseller de Empressa i Treball, Roger Torrent, lo ha especificado esta mañana: "Lo más importante es cómo avanzaremos en los contenidos", en declaraciones a RNE.

Sobre la fecha, la última información que teníamos era que parecía inminente. La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, subrayó en rueda de prensa la semana pasada que el Govern entiende que será al principio de año y, de momento, lo que parece descartado es este mes de enero.

Mesa para después del 13-F

De hecho, el planteamiento que se le da Torrent es si será inmediatamente posterior a la celebración de las elecciones autonómicas de Castilla y León el 13 de febrero. El conseller no lo sabe pero avisa a navegantes: "Sería razonable a partir de entonces cumplir con aquello pactado y demostrar la resolución del conflicto. No es una opción dilatar la mesa porque no habrá más oportunidades históricas como esta". Y pide "coraje político para plantear soluciones que representen la inmensa mayoría de la ciudadanía como son la amnistía y la autodeterminación". Así pues, recuerda que este "es un compromiso por parte del gobierno del Estado y lo tiene que asumir".

 

ERC lo tiene claro: no quiere renunciar a la mesa de diálogo con el Estado para resolver el conflicto político, y a estas alturas no quiere hablar tanto de alternativas sino mejor de cómo destinar todos los esfuerzos por conseguir que sea un éxito. Los republicanos se autodefinen como no ingenuos, y conscientes de la realidad represiva que significa el estado español, pero a pesar de eso, la apuesta es clara. Si bien el president de la Generalitat, Pere Aragonès, dijo en el mensaje de Navidad que si la mesa fracasaba se tendrían que buscar alternativas, ERC considera que se pueden trabajar alternativas pero sin dejar de apuntalar la negociación con el Estado.

"Se tiene que hablar de todo"

Uno de los aspectos que se tratarán será la desjudicialización del procés. Uno de los ejemplos más flagrantes, "los 20 meses de inhabilitación para tener debates parlamentarios" que constatan cómo la rueda sigue. Por todo ello, Torrent dice que estos aspectos configuran una "condición necesaria pero no suficiente" para esta mesa. E invita a reflexionar por qué hablar en un parlamento andaluz y catalán sobre la monarquía de los borbones tiene consecuencias diferentes y lo recae en el contenido y lo que defiende la amplia mayoría de estas dos cámaras. "Lo que me preocupa es donde está el límite de la libertad democrática, estamos hablando de qué debate se puede hacer o no en el parlamento y si los tribunales podemos limitarlos".

Con respecto a la reforma laboral, en la línea de Rufián que también ha sido entrevistado esta mañana en Catalunya Ràdio, el conseller de Empresa se muestra contrario: "A mí no me llega ningún mensaje que el Gobierno tenga ganas de negociar la reforma laboral, más bien al revés. Y no es esta, la reforma que ahora mismo necesita Catalunya ni cumple las expectativas del gobierno que se considera él mismo como el más progresista de la historia".

En cuestiones más específicas, Torrent quiere dar "máxima normalidad institucional" a la nueva delegada del Gobierno, Maria Eugènia Gay, a pesar de las discrepancias que mantienen y son conocidas. En su vertiente de conseller de Empresa. ha lamentado que en Catalunya hay zonas que han sufrido mucho la pandemia porque dependen del turismo internacional: "En el 2021 nos planteamos llegar al 50% de las cifras del 2019. La nueva variante lo ha pospuesto en el 2022. Queremos recuperar el peso del turismo."