El terror policial expresado en voz de mujeres. La escritora Gemma Pasqual i Escrivà recoge en el libro Torturadas (Editorial Comanegra) el testimonio del terror vivido por 22 mujeres detenidas en la Jefatura de la Policía, en el número 43 de la Via Laietana de Barcelona. Sus vivencias de vejaciones recogen la época franquista, pero también en democracia, desde 1941 al 2019. En la presentación del libro a los periodistas, este martes, estuvieron algunas de las protagonistas de estos relatos íntimos, de miedo, algunos de ellos, por primera vez explicados, que "hurgan heridas" pero que es un "acto contra el olvido", afirma en el prólogo del libro la penalista Carla Vall, especializada en violencia machista, y sostiene que todas "han sufrido una historia de silencios y de falta de reconocimiento de sus derechos y de reparación", que este libro corrige.

Además de escribir la historia col·lectiva con mujeres protagonistas, el libro también quiere ser un impulso de la campaña puesta en marcha por entidades, como la Comisión de la Dignidad y Òmnium, para que la comisaría de la Via Laietana se convierta en un espacio de memoria y de centro de interpretación de la impunidad y la tortura.

Llibre 22 dones torturades / Foto: Carlos Baglietto
Portada del libro 'Torturadas' de Gemma Pasqual i Escrivà. / Foto: Carlos Baglietto

En la presentación, los editores de Comanegra, Jordi Puig y Joan Sala afirmaron que en esta comisaría de la Policía Nacional se cometieron atrocidades, no solo durante el franquismo", con "muertos y desaparecidos". Ciertamente, en la comisaría de la Via Laietana, también hubo tortura en la época de la República, donde se apaleaba a obreros e integrantes de los movimientos anarquistas, como nos recuerda Chris Ealham en el brillante libro La lucha por Barcelona.

El libro de Gemma Pasqual se cierra con el nombre de 57 policías señalados como torturadores franquistas, hasta ahora sin éxito, que asuman responsabilidades. Precisamente, Carles Vallejo, es quien ha presentado la primera querella contra agentes que lo torturaron en Via Laietana, después de entrar en vigor la nueva ley estatal de Memoria Democrática, que ordena investigarlo. Desde hace dos meses se espera que la Fiscalía de Barcelona exprese su posicionamiento.

El sesgo de género en la tortura

En este ensayo periodístico, Pasqual sostiene que hay un sesgo de género en la forma de vejar a las personas. "Las torturas a que fueron sometidas las mujeres se ejercían con el mismo odio y la misma fuerza que se empleaba con los hombres, pero había un componente de género específico hacia ellas, tanto en los insultos como en el uso particular y sexual de la violencia, las descargas en los genitales o los golpes en el bajo vientre. Una modalidad que no suele ser objeto de denuncia por pudor o por vergüenza", afirma la autora del libro. Las órdenes e insultos de los policías son escritas en castellano. Lógico.

De sus encuentros, la autora explica que "la mayoría de mujeres va con apuntes, para no olvidarse de nada". Y de confesiones, no da detalles escabrosos, el escalofrío te llega igual. Matilde, una testigo relevante que no revela su apellido y ni su profesión para no desenfocar el valor de sus palabras, recuerda que es detenida en 1971 cuando iba al concierto de Pete Seeger, que se canceló y hubo una protesta. Con 17 años recién cumplidos pasó 13 días- en la Jefatura de Via Laietana. "Recuerda cómo los policías le hicieron la rueda, se la iban pasando los unos en los otros." Una escena que transmite el peligro experimentado por todas las mujeres detenidas a ser vejadas sexualmente.

La abogada Pilar Rebaque Mas, una de las principales impulsoras de la campaña para reconvertir la comisaría de Via Laietana, afirma que explicó a las otras compañeras, que este "hablarte por la espalda, tocarte o tener miedo de ir al lavabo", es un ejemplo claro de lo que ella llama "tortura con sesgo de género", contra las mujeres. Rebaque, de pensamiento trotskista y feminista, fue detenida un año antes que Matilde, y las dos pasaron por la prisión de la Trinitat, dirigida por las también terroríficas monjas de las Cruzadas Evangélicas.

Sin poder tener hijos

Rebaque estuvo en la presentación, como también Maribel Ferrándiz (detenida en 1971) Carme Travesset (detenida en 1975), Blanca Sierra (detenida en 1977), Maria Teresa Lecha (detenida en 1981), Mireia Comas (detenida en 1997 y en 1998), Ruth Gabarró (detenida en el 2002), Teresa Alabèrnia (detenida en 1969) y Núria Salamé, sobrina de Soledad Real, detenida en 1941, y el caso más antiguo que se relata. La autora detalló que ha trabajado dos años en la obra, en la cual se contextualiza cada década y se citan otros libros. Su objetivo: "Dignificar la memoria de todas las mujeres que sufrieron tortura en Via Laietana." La intención -añade-es ofrecer un abanico de mujeres, no solo políticas, sino "gitanas, transexuales, prostitutas, inmigrantes, todas víctimas, pero no he conseguido hablar con ninguna prostituta", admitió Pasqual.

Presentación libro torturadas testigo|testimonio 22 das Via Laietana / Foto: Pau de la Calle
Protagonistas del libro 'Torturadas', en la presentación en la editorial Comanegra. / Foto: Pau de la Calle

Núria Salamé, la sobrina de Soledad Real, reveló que su tía no pudo tener hijos a causa de los daños sufridos durante su detención: "Fueron 28 días escalofriantes en la Via Laietana, estirada en el suelo, pasándole por encima, con las bragas bajadas cuando tenía la regla. Fue una cosa espantosa." La historia Teresa Alabèrnia y la de su hija Núria Cadenas es también para no olvidar. Eva Serra afirmó que el libro supone "un combate contra el olvido y la desmemoria" y la fotógrafa Mireia Comas declaró: "No hay reparación, sobre todo por parte del Estado, no hacen nada contra estos policías, al contrario, los condecoran."

El caso de la Xènia, en democracia

El libro se estructura por décadas y arranca con una vejación en democracia. Es el caso de Xènia Garcia, conocida por la chica del pelo azul, cuando se hizo viral un vídeo, en el que se ve a un agente de la policía española que la arrastra por el suelo de la calle de los Jonqueres estirándole del pelo para y a porrazos la introduce en el furgón policial. Estaba el 18 de octubre de 2019, en una de las protestas en Via Laietana contra la sentencia del Tribunal Supremo a los independentistas catalanes. Tenía 22 años. De vejaciones en Via Laietana, a la comisaría de la Verneda; y de allí al juzgado, y del juzgado a la prisión de mujeres de Barcelona, donde conoció a Paula y Andrea, otras dos chicas detenidas por las movilizaciones. Estuvo en prisión preventiva hasta el 31 de octubre. La Fiscalía acusa a la Xènia de desórdenes públicos y le pide una pena de 2 años de prisión. Ahora espera el juicio, fijado para el 2025 si nada cambia. Su relato es escalofriante. Cualquier mujer imagina su escena en comisaría, con miedo de pedir ir al lavabo porque le había bajado la regla. 

El 22 de abril, en Via Laietana

La autora del libro y mujeres que han participado en desnudar sus sentimientos más íntimos en un ejercicio de memoria colectiva harán una concentración el próximo 22 de abril, a las 7 de la tarde, ante la Jefatura de Via Laietana. Un nuevo acto contra la impunidad.

Presentación libro torturadas testigo|testimonio 22 das Via Laietana / Foto: Pau de la Calle
Protagonistas de 'Torturadas', con la autora, Gemma Pasqual, en Barcelona. / Foto: Pau de la Calle

 

 

En la foto principal, la autora del libro, Gemma Pasqual (a la izquierda, con abrigo blanco), con protagonistas del libro. De arriba abajo, Ruth Gabarró, Mireia Comas, Marinbel Ferrándiz, Pilar Rebaque, Carme Travesset, Maria Teresa Lecha, Teresa Alabèrnia, Blanca Serra, y Núria Salamé. / Foto: Pau de la Calle