El Diplocat se ha despedido oficialmente después de que el gobierno español haya forzado su disolución. Los ya extrabajadores de la entidad gubernamental han expresado su rechazo al cierre, del cual han denunciado los efectos negativos, y han negado el sesgo independentista que el ejecutivo de Mariano Rajoy ha atribuido al Diplocat.

En un comunicado conjunto hecho público esta mañana, los exempleados consideran que el gobierno español "se ha extralimitado en sus funciones", incluso las que se incluyen en la vigencia de la intervención de la autonomía catalana, con la supresión del Diplocat. "El artículo 155 no habilita el Estado a disolver organismos autonómicos, ya que las medidas tienen que ser temporales y no definitivas", asegura el texto, que apunta a una caza de brujas independentista.

En este sentido, el Diplocat niega haber participado de la causa soberanista, que —según señalan— "nunca habría sido "aceptada" por los miembros del organismo. Ahora bien, según han apuntado los extrabajadores, lo que "molesta" en el gobierno español no es esta supuesta vinculación entre el independentismo y el organismo, sino más bien el hecho de que Catalunya pueda tener voz propia en el extranjero sin supeditarse a las autoridades españolas.

 

Reabrirlo en un futuro

Los extrabajadores del Diplocat acusan al gobierno español de ejercer prácticas "autoritarias" para impedir su actividad y niegan haber tenido nunca una intención independentista. Los empleados aseguran haber hecho difusión del derecho a decidir pero no de haber apostado por una causa en concreto.

Ante este hecho, reclaman que una vez se constituya un nuevo ejecutivo en Catalunya se vuelva a crear el Diplocat o una entidad similar para que así se recupere su actividad.