La no detención de Carles Puigdemont, president en el exilio, el pasado 8 de agosto, aún trae cola. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) pidió por carta a la consejera de Interior, Núria Parlon, explicaciones sobre el dispositivo policial que organizaron los Mossos d'Esquadra ese día, coincidiendo con la celebración del pleno de investidura y el retorno del exilio del president del 1 de Octubre. Parlon ha delegado en Josep Lluís Trapero, director general de la Policía, el jefe político de los Mossos, la respuesta a la ANC. Esta respuesta ha llegado por carta, en una misiva a la que ElNacional.cat ha tenido acceso a través de fuentes policiales. En la carta, Trapero explica cómo fue el dispositivo policial, que se había diseñado para proteger la celebración del pleno que debía servir para investir a Salvador Illa y, al mismo tiempo, hacer efectiva la detención del president Puigdemont por encargo del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena —que lo quiere detener, a pesar de la ley de amnistía, por un delito de supuesta malversación en 2017.

Para garantizar, según Trapero —que aún no era el jefe político de los Mossos en ese momento—, la "normalidad del acto institucional", se diseñó un operativo que conllevó el cierre del parque de la Ciutadella. Un hecho que, recuerda, no es excepcional, ya que se había producido en otras ocasiones. Trapero, citando las informaciones facilitadas por los jefes de los Mossos que lideraron el operativo policial, Eduard Sallent, jefe del cuerpo, y Montserrat Estruch, comisaria en jefe de la región de Barcelona, afirma que la previsión era de que las protestas fueran pacíficas, pero durante la mañana del 8 de agosto se detectaron "episodios de riesgo" que podían afectar a personas de relevancia política, la seguridad ciudadana o incluso causar daños a bienes.

Trapero justifica el gas pimienta contra manifestantes

Por ello, Trapero, en esta carta a la que ha tenido acceso ElNacional.cat, justifica el uso de gas pimienta —gas OC en la nomenclatura policial— contra los manifestantes que protestaban en el exterior del parque de la Ciutadella y que intentaron acceder al interior del recinto, rompiendo, según el director general, la línea policial de la Brigada Móvil (Brimo) en uno de los accesos. Según Trapero, los antidisturbios de la policía catalana "recibieron múltiples empujones con la finalidad de romper la línea por parte de personas que querían acceder masivamente al interior del parque".

Imágenes de la actuación de la Brimo con gas pimienta, el pasado 8 de agosto en Barcelona / Foto: Carlos Baglietto

La acción, según explica Trapero, se fue repitiendo y se "agravó con acciones violentas" hasta comprometer el operativo policial, que debía evitar que los manifestantes accedieran al parque de la Ciutadella. Fue entonces cuando se decidió que el medio de contención menos lesivo y más indicado era el uso de gas OC. "Se valoraron todas las herramientas policiales de dotación de la Brigada Móvil", asegura en la respuesta de justificación a la ANC. El jefe político de los Mossos también recuerda que en el interior del parque había un equipo del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que atendió a todas las personas que lo necesitaron después del lanzamiento del gas pimienta contra los manifestantes.

Josep Lluís Trapero destaca que, como cargo político, no le corresponde valorar ni emitir ningún pronunciamiento sobre el informe que el jefe de los Mossos de ese momento envió a Llarena sobre la actuación policial del 8 de agosto, día en el que todos querían detener a Carles Puigdemont. A pesar de ello, el president en el exilio burló a la policía y regresó a Bruselas, esperando a que la judicatura española cumpla con la ley de amnistía y pueda regresar a Catalunya sin riesgo de ser arrestado y entregado a Llarena. Cabe recordar que un juzgado de Barcelona, a instancias del mismo juez del Tribunal Supremo, ha abierto una investigación para aclarar los hechos, que podrían implicar un delito por parte de los agentes de los Mossos y otras personas cercanas al entorno de Puigdemont. Tanto la defensa de los agentes como el aparato jurídico de Puigdemont han advertido que todo quedará en nada y que, según ellos, no hay ningún delito que perseguir.

Parlon acata la investigación judicial

La consellera Parlon, que asumió el cargo pocos días después del 8 de agosto, hace dos meses, aseguró que "acataría" la decisión judicial de investigar la no detención de Carles Puigdemont y mostró su apoyo al cuerpo de Mossos d'Esquadra. Con esta carta, que se ha conocido hoy, Trapero justifica y avala el dispositivo de ese día, especialmente el uso de gas OC por parte de la Brigada Móvil. El director general de la policía recuerda en la misma carta el compromiso "de explorar cualquier ámbito de mejora presente y futuro".