Josep Lluís Trapero ha convertido su declaración en el juicio en la Audiencia Nacional en un cara a cara con el teniente fiscal Miquel Ángel Carballo, el mismo fiscal que pidió para él prisión bajo fianza hace dos años, cuando lo citaron por primera vez.

En la primera parte del interrogatorio, sobre los hechos del 20-S, ha bastado con que Trapero dijera que "venía todo sobrevenido y de diferentes lugares", para que el fiscal haya caído en la trampa de entrar en una defensa de la Guardia Civil. El major ha reprochado de alguna manera que la Guardia Civil no avisara del dispositivo de los registros en los edificios de la Generalitat, como sí que habían hecho otras veces. Carballo se ha atrincherado en el secreto de sumario.

Trapero ha querido poner sobre la mesa que con una buena planificación se habría podido impedir la movilización multitudinaria delante del Departament d'Economia y que, una vez puesto en marcha todo, era imposible pararlo sin consecuencias más graves.

 

El major también ha replicado al fiscal que la movilización era pacífica a pesar de los gritos y las consignas "no pasaréis, no saldréis". "Gritar es una cosa y hacerlo es otra", ha remachado Trapero.

El fiscal también ha hurgado en el tema de los coches policiales y la gente que subió encima de ellos. Pero Trapero tampoco ha cedido: "A mí me puede parecer muy mal eso y muchas cosas. Pero lo que a mí me pueda parecer... Estábamos en un día excepcional, y valoramos que hacer una actuación de orden público, una carga, se nos podía escapar de las manos y fuimos enviando recursos por si eran necesarios".

"Si hubiéramos hecho unas cargas, habría acabado muy mal", ha insistido replicando que la multitud también subió sobre los vehículos de los Mossos.

 

 

Y nuevamente, en el interrogatorio sale el nombre de Ferran López. La mano derecha de Trapero, realmente lo era y actuaba como tal. Fue él el encargado de coordinar a los Mossos y la Guardia Civil y comunicar los detalles del dispositivo para garantizar la seguridad delante del Departament d'Economia mediante 40 llamadas telefónicas a partir del momento que la policía española pide la asistencia de los Mossos ante la convocatoria ciudadana. Pero esta reclamación de asistencia no tuvo lugar hasta las 9.30 h.

El major Josep Lluís Trapero ha empezado el interrogatorio de la Fiscalía explicando toda su trayectoria profesional. Trapero accede a major en abril del 2017 después de 10 años de que el cargo estuviera vacante. Y aquí el teniente fiscal Miguel Ángel Carballo ha querido ser incisivo preguntando el motivo por qué estuvo 10 años vacante y en puertas del procés independentista se lo nombra.

Carballo ha querido saber nada más empezar el interrogatorio qué relación tenía con el president Carles Puigdemont. Pero Trapero ha sido claro: antes de su nombramiento no había tenido nunca relación con Puigdemont.

El 20-S

Trapero ha explicado que tuvo conocimiento de los registros en la Conselleria d'Economia a las 8 h. Lo que no recuerda el major es cómo lo supo. "Creo que me llamó algún miembro del cuerpo, pero no se lo puedo asegurar", ha dicho a preguntas de la Fiscalía.

"Constituimos un CECOR para coordinar todo aquello", ha dicho Josep Lluís Trapero explicando que habló con el comisario Ferran López y prepararon un dispositivo por si tenían que enviar efectivos. Los Mossos envían siempre un coche patrulla en registros policiales, "básicamente para casos de corrupción", y este fue el caso del 20-S: "Se envió una patrulla para hacer trabajo de gestión de la seguridad".

Trapero ha explicado que él no envió a Teresa Laplana, jefa del ABP, a la Conselleria d'Economia y que no sabía que estaba de baja.

Trapero se ha desmarcado de la autorización de la concentración que acabó siendo multitudinaria, porque dice que nadie le consultó nada y que aquella mañana "estaba apagando fuegos".

Trapero vs. Sànchez

Josep Lluís Trapero ha negado ninguna connivencia con Jordi Sànchez, que actuó de mediador el 20-S. A preguntas de la fiscalía, ha explicado que hacia las 11 h el conseller Joaquim Forn le llama para avisarlo de que Jordi Sànchez contactará con él para poner en contacto a los responsables de la ANC y los Mossos. "Tenemos un modelo en el cual prima la mediación", ha dicho el major para justificar las llamadas y los contactos.

El fiscal ha cuantificado en 30 los intentos y llamadas entre Trapero y Sànchez.

Previamente al 20-S, Trapero asegura que no tuvo "nunca contacto con esta persona", aunque sí que sabía que "era una de las voces cantantes".

"El señor Sànchez no es nadie para poner condiciones", ha dicho Trapero en el momento de la declaración en que se ha preguntado sobre la orden de Jordi Sànchez de hacer un cordón de seguridad para que los detenidos pudieran entrar a pie en el departamento.