Este lunes 20 de enero empieza uno de los juicios ligados al 1-O y al juicio al procés de parte del Gobierno Puigdemont. Empieza el juicio en el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, la intendente Teresa Lplana, el ex secretario general de Interior y el ex director general de la policía Pere Soler. Están acusados, por una parte de permitir la movilización del 20-S delante la sede de Economía y dificultar la salida de la comisión judicial, y de otra de no impedir el referéndum del 1-O.
La máxima expectación está puesta en Trapero. Por primera vez el máximo mando de los Mossos se sentará en el banquillo de los acusados por dos delitos de rebelión arrastrado por el tsunami judicial contra el Gobierno que permitió votar el 1-O.
En juego 11 años de prisión por rebelión
La Fiscalía pide 11 años de prisión para Trapero, Soler y Puig por un delito de rebelión, y cuatro años por Laplana por un delito de sedición. El Ministerio Público argumenta que el plan de los Mossos d'Esquadra ideado por la cúpula técnica y política para parar el 1-O "fue desestimado por ineficaz" por Diego Pérez de los Cobos, que en este momento fue el coordinador designado por la magistrada del TSJC. "Aun así, los Mossos no hicieron ningún cambio en el plan diseñado", concluye el escrito de acusación de la Fiscalía.
El Ministerio Público tendrá que argumentar muy bien su acusación por rebelión cuando el Tribunal Supremo ha condenado por sedición al máximo responsable político de los Mossos por los mismos hechos: Quim Forn. La Fiscalía puede cambiar la acusación en el informe inicial, nada más empezar la primera sesión, o bien antes de hacer su escrito de conclusiones, al final del juicio.
La defensa pide la absolución de los 4 acusados. La abogada del mayor, Olga Tubau, remarca que Trapero "nunca" ha puesto los Mossos al servicio de los "intereses políticos secesionistas" y que "no ha participado, intervenido ni compartido" el plan que, según el escrito, ideó el Gobierno y el Parlamento de Catalunya para llegar a la independencia y la proclamación de la república. La defensa apunta que ni participó ni tenía conocimiento de documentos que la fiscalía considera claves, como el Enfocats. Durante 47 páginas, la defensa de Trapero esgrime los pasos que dio el mayor para acatar las órdenes judiciales y defiende el operativo del 20-S y del 1-O, como hizo cuando testificó en el Supremo.
También sostiene que el coordinador del dispositivo policial del 1-O, el coronel Diego Pérez de los Cobos, nunca mostró "desconfianza" hacia los Mossos ni dijo que el plan fuera "inoperante ni insuficiente" para cumplir la orden del TSJC. Y documenta que tenía un plan a punto dos días antes del 27 de octubre para detener a Puigdemont si la justicia se lo pedía.
24 sesiones y 104 testigos
La primera semana de juicio será a para la declaración de los acusados y los informes previos. Una vez hayan intervenido todas las partes empezarán los interrogatorios de Teresa Laplana, Josep Lluís Trapero, Pere Soler y César Puig.
Durante 24 sesiones pasarán por el juicio 104 testigos que es lo que hace que el juicio se alargue dos meses. Entre estos testigos están Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sànchez que están en prisión y que podrían ahorrarse el viaje a Madrid declarando por videoconferencia. También están citados Artur Mas y los exconsellers de Interior Jordi Jané y Montserrat Tura, y el ex director general de la policía y actual teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle. Además están la práctica totalidad de los mandos de los Mossos y los responsables del cuerpo durante los hechos del 2017. Ferran López y Diego Pérez de los Cobos abrirán el turno de testigos subiendo la tensión de un juicio que llega con la jurisprudencia fijada por el Tribunal Supremo sobre las movilizaciones y el delito de rebelión.
El juicio del Supremo, el precedente
El Supremo hizo decaer la rebelión pero la Fiscalía mantiene este delito en el escrito de acusación. Como hizo, también, hasta el final en juicio del procés. Por eso su acusación es por este delito. Pero la sentencia del Tribunal Supremo marca un antes y un después.
La declaración de Trapero
Trapero rompió su silencio el 14 de marzo en el juicio al procés donde declaró de testigo. Allí explicó sin complejos, y a preguntas de Xavier Melero, abogado de Quim Forn, que los Mossos estaban preparados para detener a los miembros del Govern de la Generalitat en el momento en que se proclamara la República y que cada comisario tenía asignado a un conseller. "Teníamos un dispositivo previsto por si se tenía que detener al presidente o a los consellers si se nos ordenaba", dijo después de explicar que se puso a la disposición de la fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya el 27 de octubre, día previsto para proclamar la DUI.
Trapero fue tajante y en algún momento incómodo para el mismo Joaquim Forn, de quien dijo que hizo declaraciones irresponsables, a pesar de matizar que no dio ninguna orden directa ni mandó nada ilegal a los Mossos. Con todo, reprochó que la imagen que se dio ha provocado el procesamiento de los mandos de los Mossos, entre ellos el mismo Trapero. Veremos si repetirá la declaración en su juicio.