El conseller de Empresa i Coneixement, Ramon Tremosa, ha abierto la puerta a ampliar las ayudas de 40 millones de euros para las empresas. El jefe del Departament ha asegurado que el Govern es partidario de "poner toda la carne en la parrilla" y ha destacado la intención de movilizar más dinero de las fuentes presupuestarias para hacer frente al cierre de los establecimientos de restauración y la limitación del aforo en los comercios. Sin embargo, ha recordado que el Govern solo recauda un 10% de los impuestos que pagan los catalanes y ha pedido al ejecutivo español "que el dinero llegue a las empresas".
En concreto, ha recordado la petición de Foment del Treball de inyectar 50.000 millones de euros a las pequeñas y medianas empresas para aguantar hasta abril, una propuesta secundada tanto por las patronales y sindicatos catalanes como por el Govern de la Generalitat. "Ojalá el Gobierno europeíce la política de respuesta", ha manifestado en una entrevista en TV3, después de recordar que el Estado "tiene capacidad de endeudamiento".
Esfuerzo del Govern
Tremosa también ha destacado "el esfuerzo" del Govern de modificar el Codi Civil Català por permitir la congelación de los alquileres en los casos de cierre de actividad por causa objetiva y ha asegurado que espera que esta medida tenga un efecto "notable" para los establecimientos de restauración.
Asimismo, ha valorado "el importante esfuerzo" del ejecutivo por lanzar una línea de ayudas de 40 millones de euros. "Si dentro de quince días podemos sacar cuarenta más, los pondremos todos", ha remarcado. "Mi trabajo es acompañar las empresas, ver cómo distribuimos las ayudas que inicialmente hemos valorado en 40 millones y que, si las finanzas del Govern lo permiten, ampliaremos", ha añadido.
Cerrar la restauración, un "sacrificio menor"
Tremosa ha defendido la decisión de cerrar bares y restaurantes como un "sacrificio menor" para "ganar" el resto de trimestre. De hecho, el conseller se ha referido al cierre perimetral de Lleida en julio como una experiencia "positiva", porque si bien supuso un "choque muy importante", contribuyó a rebajar la curva de contagios y ha permitido tener una temporada de verano "extraordinaria".
"Sacrificaremos quince días porque queremos tener la tasa de contagio controlada para intentar llegar a toda la campaña de Navidad sin restricciones", ha afirmado. Con todo, el conseller ha pedido a las pequeñas y medianas empresas que "aguanten" hasta abril, cuando se espera poder tener tests rápidos, fiables y baratos que permitan "normalizar" muchos ámbitos de la sociedad mientras no llegue la vacuna.