El 8 de mayo de 2020, en plena pandemia del coronavirus y cuando España empezaba a salir del confinamiento más duro que mantuvo la población encerrada a sus hogares durante casi dos meses, la guardia civil detuvieron a un joven radicalizado que la policía vinculaba estrechamente con el Daesh. El chico, Mohammed Yassin Amrani, vivía en Barcelona y la detención se produjo en su domicilio, donde durante los meses de cuarentena se fue radicalizando cada vez más, hasta el punto que tuvo claro que su gran objetivo era atentar en el Camp Nou utilizando un dron cuando se disputara un partido entre el F. C Barcelona y el Real Madrid. La policía frustró su intención de atentar durante un "Clásico", ya que según las investigaciones se planteaba que lo pudiera hacer inminentemente, aunque en aquel momento la Liga de Fútbol estaba suspendida y los partidos se jugaron durante unos meses sin público. Ahora, la defensa de Amrani ha aceptado que se le condene a tres años de prisión por auto capacitación y auto adoctrinamiento.

En el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Nacional, la defensa y la fiscalía han llegado a un acuerdo de conformidad. Yassin Amrani se ha declarado culpable de estos dos delitos y ha asumido esta pena. Después de llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, Amrani ha respondido con uno conciso "sí" a las preguntas que le ha formulado el tribunal, si se confesaba culpable y si se conformaba con la pena que se había solicitado. Según la Fiscalía, el acusado transitó desde la publicación de sus perfiles de contenidos de propaganda del Daesh hasta que se adhirió a los postulados de la organización terrorista y se integró plenamente, en lo que fue una evolución rápida muy marcada por la pandemia de la covid. Según el ministerio público, el acusado ha jurado lealtad y obedecer todo lo que mande al líder del Estado Islámico.

Radicalización durante el confinamiento

Concretamente, el hombre se radicalizó durante la pandemia de la covid-19 y Estado Islámico lo contactó para encargarle el atentado en Barcelona. A partir de aquí, Yassin Amrani hizo un proceso de capacitación para usar drones y de adoctrinamiento yihadista. El mismo joven ya reconoció hace dos años, cuando fue enviado a la prisión provisional por enaltecimiento del terrorismo y autoadoctrinamiento, ante la Guardia Civil que quería utilizar drones para atentar contra el Camp Nou en uno de los partidos que más interés generan en toda la temporada, sin aclarar cuando tendría lugar este ataque. Además, no se le encontró ningún dron.

Amrani se fue saltando la cuarentena impuesta por el Gobierno durante casi dos meses para salir a la calle y encontrar el sitio donde llevaría a cabo el atentado y la guardia civil lo detuvo en una operación conjunta con las autoridades de Marruecos y de los Estados Unidos, una misión que fue considerada un éxito por parte del ministerio del Interior, ya que habría evitado un posible ataque terrorista. Aunque hacía años que se le relacionaba con el Estado Islámicos, hasta que no fue detenido en el 2020 no había habido pruebas de su radicalización.

Un atentado que lo llevaría al paraíso

Según se ha podido detallar, todo cambió en marzo del 2020, coincidiendo con el estado de alarma. Fue entonces cuando trocó su comportamiento y se convirtió en una persona autoritaria e intransigente: "Dejó de tomar alcohol y otras sustancias, para dedicarse a la oración. Estas circunstancias de su vida privada trascendieron a la actividad pública, a su perfil de Facebook", detalla al Fiscal. Desde el Estado Islámico percibieron esta difusión de contenido y lo obligaron a parar de compartir información en las redes. También le mandaron que se descargara Telegram para comunicarse con ellos, por donde le hicieron saber que tendría "un sitio en el paraíso" si cometía un atentado para purificar su alma". Y así lo quería hacer. La idea era utilizar un dron que llevara carga explosiva, elevarlo sobre el Camp Nou y una vez dentro del recinto, detonarlo.

En aquel momento, el yihadista dejó de publicar inmediatamente en Facebook e incluso eliminó su perfil. Para llevar a cabo el atentado, empezó un "periodo de asimilación de conocimiento de la doctrina" del Estado Islámico. Ahora, aunque su objetivo era atentar en el Camp Nou, según la Fiscalía lo más probable era que acabara saliendo a la calle con un arma blanca y atacara a las personas con qué se cruzara".