Con la renovación del Consejo General del Poder Judicial en un punto muerto y sin ningún signo de un posible acuerdo con el PP para renovarla, el Gobierno quería dar un paso adelante y garantizar el relevo en el Tribunal Constitucional. La intención del Ejecutivo de Pedro Sánchez era que volviera a haber una mayoría progresista en esta importante institución y así lo había dejado caer el ministro Félix Bolaños, a través de una renovación en solitario del tribunal, adelantándose en el PP, ya que con el CGPJ bloqueado y en funciones no puede hacer nombramientos. Tal como recoge el diario La Razón, el PSOE ha enmendado su reforma legal que presentó el año pasado para intentar presionar el PP, impulsando una modificación que permite al Consejo designar a los dos magistrados del TC que le corresponden. Ahora bien, la realidad es más compleja y tampoco parece que esta opción pueda funcionar, ante el rechazo del mismo organismo por la reforma de Sánchez.
13 de septiembre: límite de los plazos
Con la reforma, se fijó un plazo de tres meses, que termina el 13 de septiembre, para que el relevo se haga efectivo. Esto se debe a que el mandato de cuatro de los magistrados del TC, entre los cuales Pedro González-Trevijano, su presidente, acabó el pasado 12 de junio y se habría agotado el plazo. Ahora bien, el Gobierno no acaba de confiar en el Consejo. Este se reunirá el próximo 8 de septiembre, solo cinco días antes que acabe el plazo. Con todo, eso no quiere decir que de este encuentro salga una propuesta: el bloque conservador insiste en que no se siente interpelado por este plazo de tres meses y que esta reunión será para debatir sus dos nombramientos. Ante este panorama poco alentador, desde el Gobierno insisten en que el mes de septiembre sus dos candidatos al TC serán designados, aunque si el CGPJ no llega a un consenso, este relevo podría llegar a no consumarse.
Renovación en solitario: ¿un sueño imposible?
Lo más previsible, recoje La Razón, es que el pleno del Tribunal Constitucional muestre su negativa a una renovación parcial, ya que el artículo 159 de la Constitución establece que sus miembros serán designados para un mandato de nueve años, "y se renovarán por terceras partes cada tres años". Ahora, si el Ejecutivo quiere sacar adelante una posible renovación en solitario, puede chocar con un CGPJ totalmente bloqueado y que tendría que avalar esta renovación, algo que parece complicado. Sánchez también se puede despedir de la renovación en solitario si el Consejo designa a sus dos candidatos de golpe y confía en que así sea, recordando la votación del Pleno que se mostró a favor que Álvaro García Ortiz fuera idóneo para el cargo de nuevo fiscal general del Estado.