Santi Vila no podrá recuperar, por ahora, la fianza de 50.000 euros que depositó para evitar la prisión en 2017. El Tribunal Supremo ha rechazado la petición del exconseller, que justificó la petición del retorno del dinero por los gastos que le está provocando la asistencia al juicio al procés. Vila aseguró que el juicio le estaba provocando una situación económica de extrema necesidad.
En un auto hecho público esta mañana, el Tribunal Supremo rechaza devolver la fianza al considerar que no se ha modificado la situación de riesgo de huida y que no es suficiente con que "se limite a cumplir lo que no es nada más que expresión de una carga procesal: comparecer personalmente a las sesiones de su propio juicio oral".
La sala destaca que la cantidad de la fianza no se ha determinado en función del efecto que pueda tener en el patrimonio del procesado, sino para evitar que eluda la acción de la justicia.
Vila argumentó ante el tribunal que la obligatoriedad de asistir personalmente a las sesiones del juicio oral le está provocando "una situación económica de extrema necesidad", ya que su residencia habitual está en Barcelona y se tiene que pagar el desplazamiento, el alojamiento y la manutención en Madrid. También alegó que se tiene que hacer cargo del coste de su defensa legal, que ejerce el abogado Pau Molins, "sin apoyo económico de ningún tipo".
La fiscalía se pronunció en contra de la petición de Santi Vila.