El conseller de Interior en funciones, Joaquim Forn; el número 2 de Junts per Catalunya y expresidente de la ANC, Jordi Sànchez; y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, han declarado hoy ante el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
La comparecencia substituye a la declaración que constaba hasta ahora en el sumario de los tres acusados. Sànchez y Cuixart declararon el 16 de octubre ante la jueza Carmen Lamela de la Audiencia Nacional, que justo después dictó la orden de prisión. Aquel día no respondieron a todas las partes y hoy sí.
Joaquim Forn también ha querido declarar ante el nuevo juez instructor porque la única declaración que constaba era la que hizo el 2 de noviembre, con el resto de consellers del Govern de la Generalitat, a la Audiencia Nacional, a partir de la cual acabó en la prisión de Estremera donde continúa todavía con Oriol Junqueras.
La estrategia de la defensa es clara: acatar la Constitución y renunciar a la independencia por la vía unilateral para poder salir en libertad.
A medida que se han ido sucediendo las declaraciones de los tres acusados, ha ido subiendo el tono en el acatamiento: Jordi Sànchez ha dicho que si el nuevo gobierno coge la vía unilateral, renunciará al escaño; Jordi Cuixart, que sólo se puede hacer la independencia con un referéndum convocado por el gobierno español, y Joaquim Forn, que la única vía para la independencia es la reforma la Constitución española.
Una estrategia completamente diferente a la de Oriol Junqueras, que ha optado por la vía del recurso de apelación, que no sirvió para que el vicepresident saliera de la prisión el jueves pasado. Junqueras no ha pedido volver a declarar y sigue el camino de Europa llevando su caso al Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo. En paralelo ha pedido el traslado a Catalunya y poder asistir a las sesiones del Parlament de la constitución de la Mesa y la investidura del nuevo Govern. Llarena podría decidir esta petición en las próximas horas.
Una vez hecha la declaración, ahora los abogados piden, de nuevo, la libertad provisional. Los de Jordi Sànchez y Joaquim Forn lo harán hoy mismo si llegan a tiempo o, como muy tarde, mañana a primera hora. El sistema LexNet les permite hacerlo por la vía telemática. La abogada de Jordi Cuixart lo hará la semana que viene. Marina Roig y Jordi Pina buscan, además, las imágenes de Sànchez y Cuixart desconvocando la manifestación desde el escenario de Gran Vía y no desde encima de los coches para reforzar la idea de que buscaron la no violencia en todo momento.
Joaquim Forn y Jordi Sànchez tienen prisa, además, porque el miércoles que viene es la constitución de la Mesa del Parlament y si no salen de la prisión, no podrán votar. También les urge por la investidura del nuevo Govern.
Dos días preparando la declaración
La presión estaba hoy sobre los abogados de Forn y los Jordis. Cristóbal Martell se ha estrenado en el caso. Su despacho dirige la defensa de Joaquim Forn, y a pesar de que el letrado Daniel Pérez-Esqué es el que sale en los medios, Martell ha acudido hoy a la vista haciendo las preguntas a un conseller a quien le ha costado arrancar en su declaración, pero que después, según fuentes judiciales, ha ido directo a lo que se había preparado.
Los letrados han estado dos días preparando la declaración. Jordi Pina y Marina Roig fueron a Madrid el martes e hicieron sesiones de trabajo en Soto del Real el martes y miércoles por la tarde. Querían hacerlo en una sala sin cristal por el medio, pero la dirección de la prisión no se lo permitió.
Una dirección que va con pies de plomo para que todos los presos políticos no provoquen ni tengan problemas en los centros penitenciarios, ni que nadie les haga fotos ni se sepa nada de lo que hacen.